El conjunto africano falló un penal en la agonía del encuentro disputado en Cd. Juárez

México rescató el empate en el amistoso contra Nigeria

Martins, del Newcastle, fue una pesadilla para el portero Ochoa y el zaguero Magallón

Gio inició un conato de bronca

Los juveniles Villaluz y Valadez sólo jugaron unos minutos

Agencias

Ciudad Juárez, Chih., 14 de octubre. Gracias a un penal fallado por Nigeria en la agonía del juego, México rescató el empate ante el equipo africano. El Tri no desentonó ante un cuadro de alto nivel que por varios lapsos hizo gala de su calidad. Sin embargo, poco avanzó en cuanto a la preparación del Preolímpico, pues el técnico Hugo Sánchez apenas envió unos minutos a la cancha a César Villaluz e Ismael Valadez.

En el graderío del pletórico estadio Olímpico Benito Juárez hubo un momento de suspenso. Se impuso el silencio después de que el silbante guatemalteco, Elmar Rodas, decretó la pena máxima, al minuto 90, tras una barrida por detrás de Carlos Salcido sobre Uche, quien se encargó de cobrar, pero envió el esférico a las tribunas, lo que relajó la tensión y desbordó el festejo.

El plantel dirigido por el alemán Berti Vogts saltó a la cancha con una propuesta ofensiva, mientras los de casa buscaban adaptarse por primera vez a esta grama y ante los titubeos iniciales, las Súper Águilas se adueñaron del esférico durante los momentos iniciales, a pesar de lo cual, al minuto dos Gonzalo Pineda puso un servicio sorpresivo que no pudo conectar Fernando Arce.

La banda derecha fue trabajada por Israel Castro y Arce, quien con frecuencia se encimó con Giovani dos Santos. No obstante, hubo llegadas de los verdes y al minuto 15 le anularon un gol al Tri por fuera de lugar de Salcido.

Los contragolpes de los espigados nigerianos eran veneno que puso a sufrir a México. La arremetida más peligrosa ocurrió al minuto 24, cuando el imparable Obafemi Martins remitió un poderoso obús; los dedos extendidos del portero Guillermo Ochoa se doblaron, pero logró desviar hacia el travesaño. Enseguida un peligroso cabezazo del ataque visitante se escurrió por un costado.

La resistencia del conjunto mexicano aguantó algunos minutos más, hasta que al 31 de acción el jugador del Newcastle, Martins, enderezó la puntería.

En veloz descolgada pudo controlar con la cabeza y definió de zurda. Fue un auténtico riflazo ante la pasiva marca de Jonny Magallón. El disparo se incrustó por el lado izquierdo y resultó imposible de contener para Ochoa.

Luego del 1-0, el duelo se mantuvo nivelado, con gran parte de las acciones en el medio campo y pocas emociones, hasta que Arce se animó desde fuera del área, pero su disparo fue desviado hacia arriba por el guardameta Dele Aiyenugba, en la última jugada de ese lapso.

Martins fue una pesadilla no sólo para Memo Ochoa, sino también para Magallón, pues les repitió la dosis tras recibir un excelente pase filtrado. Jonny decidió retrasarse para dejarlo en fuera de lugar, pero lo hizo tardíamente y Obafemi perfiló su disparo; un tiro cruzado raso, para vencer de nuevo al portero del América e imponer el 2-0.

La reacción nacional no demoró y llegó por conducto del tuzo Juan Carlos Cacho, quien logró conectar con certero cabezazo un centro de Israel Castro para el 2-1, que renovó las esperanzas del Tri y dio un toque de alegría a las tribunas. Además el técnico Hugo Sánchez corrigió su ataque al ubicar mejor a Arce y a Dos Santos.

Cacho tuvo una nueva opción después de que Castro dio pase a Gio; éste centró pero Juan Carlos recibió un pequeño desplazamiento que le impidió rematar.

Giovani inició un conato de bronca después que Taye Taiwo fauleó por enésima ocasión al escuálido Arce. El nivel de juego decayó hasta que Dos Santos incursionó en la poblada área enemiga y recibió falta.

El silbante decretó la pena máxima y hasta el manchón de penal llegó Cacho, quien puso el 2-2; engañó al portero que se lanzó a la derecha, mientras el hidalguense dirigió su remate a la izquierda.

México, que había mostrado una sustancial mejoría en el complemento, no encontró el tanto del gane, aunque lo acarició en una triangulación, en la que Cacho tiró desviado.

Ya en tiempo de compensación, Salcido cometió un penal que puso a todos a comerse las uñas, pero pasado el susto, tras la falla de Ikechukwu Uche, reaparecieron las sonrisas.