Impunidad, debido a que se presenta en todos los ámbitos legales, señala
Se redujo la tala de bosques porque hay menos vegetación: Loyola Vera
Ampliar la imagen Ignacio Loyola, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Foto: archivo
La tala ilegal de bosques ha disminuido porque hay menos vegetación en territorio nacional. “Antes había por todos lados”, pero además ese ilícito no representa la causa principal de la deforestación, aseguró Ignacio Loyola, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Aseveró que hay impunidad en la materia, porque ese problema se presenta en todos los ámbitos legales.
Frente a los bajos decomisos de madera ilegal que realiza la Profepa en el contexto del programa Cero tolerancia, anunciado por el presidente Felipe Calderón el pasado 24 de febrero como parte de una estrategia nacional para combatir la tala clandestina en bosques y selvas, el funcionario destacó que en Michoacán, Morelos, estado de México y Distrito Federal, donde el plan está en marcha, se ha recuperado alrededor de 50 por ciento del total del producto ilícito que este año la Profepa ha detectado.
En entrevista, consideró que “los cambios a la norma 022” (la modificación que se hizo a la Ley General de Vida Silvestre) para prohibir la explotación del mangle han propiciado su deterioro; “el mangle en muchas costas del país se está muriendo”.
–En comparación con el tamaño de la deforestación, los decomisos que se logran con el programa Cero tolerancia parecen ser mínimos.
–Hay menos tala y también menos bosques. Antes había bosques por todos lados y talaban mucho. La cantidad de decomisos tiene que bajar. Si no se redujera, el trabajo de la Profepa no sería efectivo. De febrero al 20 de septiembre se han clausurado 57 aserraderos, de los cuales 44 fueron dentro de dicho plan. Atacamos no sólo el bosque. Estamos en aserraderos, centros de distribución y vamos a cruzar la información para detener en diferentes etapas el tráfico de madera ilegal.
“Contamos con el apoyo excepcional de la Secretaría de Seguridad Pública, la Procuraduría General de la República y el Ejército; nosotros también participamos con más personal para que esto se lleve a cabo. Se siguen dos caminos. Por un lado, la revisión de todo el territorio, sellamiento, inspección de vehículos y aserraderos. Por otro, motivación a cumplir la ley ambiental.”
–¿Cómo detener la deforestación, que es de entre 250 mil y 600 mil hectáreas?
–De la pérdida de masa forestal de ese 100 por ciento sólo 20 por ciento corresponde a tala. El resto se debe a incendios y al cambio de uso de suelo. La falta de planeación es el principal problema en todo el país. Estamos por adquirir aviones para sobrevolar y comprobar si hay cambio en la vegetación. Sin ellos sólo vamos a ver lo que ya se hizo, por eso vamos a hacer un cambio desde la prevención.
–Insisto sobre los resultados de Cero tolerancia. ¿Esperaremos algún anuncio sobre detenciones de bandas organizadas?
–Estamos en cuatro entidades. Del decomiso de madera de febrero a septiembre, 50 por ciento corresponde a esas áreas. En el resto del país no tenemos la estructura, pero en el primer trimestre de 2008 sabremos en tiempo real adónde va la madera. La mejor forma de combatir los daños ambientales es con información. Quien más contamina es el hombre, y si seguimos así vamos a acabar con el país. Nos preocupa la basura, la contaminación del agua. En eso no tenemos toda la competencia que quisiéramos. Se estima que generamos un kilo de basura al día, por lo que se debe producir menos.
–Hay grandes problemas ambientales por violaciones a la ley; por ejemplo, la contaminación de Basf, en Cuautla; Cromatos, en el estado de México, y se inician pocas averiguaciones previas. Además, las consignaciones también son pocas. ¿Hay impunidad?
–En todo. De los delitos que se cometen en el país, se denuncian muy pocos. Ambientalmente es la misma historia, no puede ser diferente. Estamos en el mismo entorno. Si hiciéramos una comparación, la gente denuncia más lo ambiental que los pequeños robos en esta ciudad. Hace falta mayor cultura ambiental entre los mismos agentes del Ministerio Público, ya que el derecho en la materia es el menos conocido. Por el desconocimiento de la ley se cometen muchas faltas. Tirar basura es falta administrativa, pero muchos no lo saben.
“Es un mal nacional la falta de denuncia y seguimiento de esos asuntos. Nos hemos fijado la meta de elevar la eficiencia de los asuntos de la Profepa. No estamos siendo tan eficaces como debemos. Tenemos que ser más cuidadosos en los procedimientos. Muchos se hacen con errores. Hay inspectores que tienen 10 años y todavía cometen errores. Además, es la primera vez que hay gente sentenciada por delitos ambientales. Por ejemplo, derivado de un delito ambiental matan a Aldo Zamora, pero no tenemos la facultad para concluir los procedimientos. Dependemos del Ministerio Público.”
–¿Eso quiere decir que el trabajo de la Profepa se desperdicia?
–No tiene la eficacia que se quisiera. Lo importante es que lo sabemos, lo tenemos detectado y lo estamos corrigiendo. La Profepa cada vez tiene menos gente, pero es más productiva. No podemos tener un inspector por cada ciudadano. Los comités de vigilancia ambiental participativa son el futuro en la supervisión.
–Está el caso de desarrollos turísticos que cometen ilícitos y afectan manglares.
–Es un problema grave. Lo que ha sucedido es que ha habido impunidad, no se pedían permisos ni había registros, pero eso ha cambiado. En la Riviera Maya hacemos un padrón exacto de lo que se hace, y vamos a aplicar la ley. Se modificó la norma 022 y no se puede tocar el manglar; las prohibiciones totales traen puertas oscuras. Lo que puedo apreciar es que no lo quitan para construir, lo dejan morir.
“Al hacer sobrevuelos y vigilar se ven zonas muertas de manglar, sin causas aparentes. Debemos tener conciencia de que dañar los manglares afecta la pesca y la purificación del mar. Tenemos que trabajar en eso. Hoy por hoy en muchas costas del país el mangle se está muriendo, supongo que eso puede ser inducido en algunos lugares”.