El afán de editorial Santillana, sólo mercantil: historiador
Autorizan libro de historia en NL pese a contener múltiples gazapos
Monterrey, NL, 14 de octubre. El libro de texto Historia y geografía de Nuevo León para primer año de secundaria, escrito por Ismael Vidales, Jesús Ávila y César Morado, es utilizado en escuelas públicas del estado a pesar de contener múltiples errores y ensalzar la figura del traidor Santiago Vidaurri –quien apoyó el imperio de Maximiliano–; además, el secretario estatal de Educación, Reyes Tamez Guerra, había advertido que con tantas fallas no podía ser autorizado, según dio a conocer el investigador Armando de León Montaño.
El historiador cuestionó la ética de la editorial Santillana al publicar la obra. Consideró que en un afán puramente mercantil, en lugar de retirar los libros para hacer una nueva edición con las correcciones correspondientes, hizo que sus agentes lo vendieran sin importar los gazapos evidentes, como afirmar que el peyote es un hongo, la lechuguilla una cactácea y que Nuevo León cuenta con una red ferroviaria de un millón 92 mil 400 kilómetros, cuando hasta 2002 en todo México había menos de 27 mil kilómetros de vías férreas.
De León Montaño dijo estar sorprendido de que la obra de Vidales, Morado y Ávila sea libro de texto en algunas escuelas de la zona metropolitana, como en la secundaria Alfonso Reyes, en San Nicolás de los Garza.
Recordó que Morado y Ávila estuvieron de acuerdo en que la obra se retirara, al reconocer los múltiples errores que contenía, pero al parecer Ismael Vidales siguió con el proyecto en común acuerdo con la editorial, con el único interés de hacer negocio “con esta clase de libros, que deben destruirse para ser reciclados”.
El historiador, quien denunció la existencia del texto en agosto pasado, dijo que sería muy grave si la distribución se hizo con el consentimiento del secretario de Educación, Reyes Tamez, quien deberá deslindarse y, si es el caso, pedir las sanciones conducentes a los responsables.
Para De León Montaño, Ismael Vidales seguramente se aprovechó del desconocimiento de los maestros, “que desgraciadamente en muchos casos no son muy dados a leer los periódicos, y desconocían la clase de libro que se les estaba recomendando para sus alumnos”.