Usted está aquí: lunes 15 de octubre de 2007 Política Denuncian profesores tortuguismo del ISSSTE para proveer atención médica

“Llegar con el especialista puede ser una carrera de obstáculos que dura años”

Denuncian profesores tortuguismo del ISSSTE para proveer atención médica

Critican anuncios oficiales sobre el instituto: “Calderón sólo sabe contar cuentos”

Laura Poy Solano

Recibir atención médica por haber sufrido un accidente, padecer una enfermedad crónica, requerir de ayuda sicológica o simplemente contraer gripe implica para miles de profesores “meses de espera, e incluso años”, denunciaron maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Afirmaron que al acudir a los hospitales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) se requiere tener “mucha paciencia, pues tan sólo obtener la cita con el médico familiar es una inversión de horas en la clínica, pero llegar con el especialista puede ser una carrera de obstáculos que dura años”.

Aseguraron que la carencia durante décadas de inversión e infraestructura en hospitales y la “creciente corrupción con que el gobierno federal ha manejado los recursos destinados al instituto, propició no sólo falta de personal y medicinas, sino que los equipos para atención estén en la ruina, los diagnósticos erróneos estén a la orden del día y se haya llegado al exceso de que el propio médico te mande a conseguir fármacos por fuera o de plano te envíe con un doctor particular”.

Profesores de primaria y secundaria de la sección 36 del Valle de México, con más de 30 años de servicio, aseguraron que “desde un accidente laboral hasta un padecimiento crónico, a todos nos agarran parejo, y ni qué decir si uno requiere cirugía de urgencia, porque te dan cita en ocho meses y te dicen: ‘de qué te quejas, siquiera no te tocó en un año o más’”.

Con un diagnóstico de polineuropatía dolorosa, ocasionada por el daño al sistema nervioso y la pérdida de mielina (recubrimiento de los nervios), lo cual causa sufrimiento severo, Adalberto Garduño Sánchez, maestro con más de 20 años de servicio y activista de la CNTE, afirmó que luego de sufrir un accidente automovilístico en noviembre de 2001 cuando se dirigía a laborar, el cual le provocó fracturas múltiples en brazos y piernas, así como daño en las vértebras cervicales, sólo recibió atención médica especializada en mayo de 2002.

Agregó que la primera operación destinada a atenderlo de dolor en el hombro izquierdo se programó para marzo de 2004, y aún espera que le digan la fecha en que le harán cirugía en ambas piernas.

En su caso, abundó, se incurrió en negligencia médica no sólo por la falta de atención oportuna, sino también porque “desde las primeras consultas me insistían en que ya habían hecho lo que se podía hacer y, pese a mis constantes espasmos de dolor, debí regresar a trabajar seis meses después, porque me negaron las incapacidades; hasta la fecha, a pesar de que apenas puedo moverme debido a que se generó un daño permanente, me niegan la jubilación por incapacidad.

“Tras un accidente que sufrí en enero de este año por una baldosa mal colocada dentro de la escuela, se me otorgó una incapacidad, pero incluso así me llegan descuentos hasta de mil 700 pesos por faltas injustificadas, a pesar de que las autoridades educativas tienen constancia de mi estado de salud.”

A ello se suma, afirmó, que los especialistas que debían “ayudarme con el intenso dolor muscular que padezco se declararan incompetentes; por eso cuando veo los promocionales sobre las mejoras en la calidad del servicio del ISSSTE me gustaría decirle a Felipe Calderón que sólo sabe contar cuentos de Pinocho”.

“Hace tres años espero que me den fecha para operarme”

En tanto, Juana Hernández, profesora de secundaria de dicha sección, a quien se le diagnosticó artritis crónica, aseguró: “desde hace tres años espero que me den fecha para operarme la rodilla. La primera vez que me cancelaron la cirugía fue porque se acabó el presupuesto para la prótesis; la segunda porque el médico se fue a un congreso, y voy en la tercera, pero me dieron consulta para febrero de 2008, porque es cuando puede llegar el presupuesto y quizá me operen”.

Es indignante, expresó, que “tanto Miguel Ángel Yunes (director del organismo) como Calderón sigan diciendo tantas mentiras sobre el ISSSTE, porque como pacientes nos damos cuenta de que ni siquiera hay médicos, mucho menos tienen medicinas; incluso al personal administrativo le han dejado de pagar horas extras, porque todos hemos vivido la experiencia de que si por algún motivo sales más tarde de la consulta, no hay nadie que te surta la receta ni te dé fecha para la siguiente consulta, y ni modo: a darse otra vuelta”.

A su vez, Roberto Torres Castillo, con 36 años de servicio como profesor de primaria, primero rural y luego en zonas marginales del estado de México, aseguró que luego de sufrir intenso dolor de pecho, el cual le impedía respirar, en febrero de este año en el ISSSTE “sólo me dijo el médico: ‘tú no tienes nada, lo que pasa es que no quieres trabajar’, y me negó la incapacidad”.

Señaló que tras recibir atención médica particular, luego de sufrir una crisis por la que fue hospitalizado durante tres días y después de que se le diagnosticó un padecimiento cardiaco, regresó al ISSSTE, “pero el médico familiar me dijo que tenía un problema sicológico y que me iba a mandar con un especialista, pero con un siquiatra, y aún así me dio la cita para febrero de 2008, porque tuve que esperar ocho meses para que me hicieran un electrocardiograma en el hospital de zona que me corresponde, pero a último momento me dijeron que la ficha que me dio el médico para solicitar el estudio era muy vieja y la tenía que reponer por una más reciente. Hasta ahora sigo esperando”.

 
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