El rotiferas bdelloideas ha sobrevivido 40 millones de años usando un truco evolutivo
Descubren organismo microscópico que se reproduce de forma asexual
Los genes de la criatura se distancian progresivamente y se desarrollan por sí solos, revelan
Ampliar la imagen Cuatro aspectos del organismo rotiferas bdelloideas Foto: Reuters
Londres, 11 de octubre. Un organismo microscópico ha sobrevivido pese a permanecer célibe por decenas de millones de años gracias a un efectivo truco evolutivo, según han dicho investigadores.
La reproducción asexual ha permitido a las copias de duplicados genéticos de las criaturas unicelulares, llamadas rotiferas bdelloideas, evolucionar con el tiempo.
Esto da a las rotiferas un acervo genético más amplio para ayudarlas a adaptarse y sobrevivir, dijeron los investigadores en la publicación Science.
“Es como tener un juego de herramientas mayor”, indicó Alan Tunnacliffe, un biólogo molecular de la Universidad de Cambridge, en una entrevista. “Puedes hacer el mismo trabajo, pero mejor”, agregó.
Otros investigadores han mostrado como las translúcidas criaturas acuáticas pudieron sobrevivir por 40 millones de años sin relaciones sexuales.
La interrogante, según Tunnacliffe, era cómo las criaturas encontradas en charcas de agua lograron esta hazaña sin el intercambio genético hecho posible por la reproducción sexual.
“Se supone que la reproducción sexual es algo bueno en la evolución”, dijo el jueves el experto.
¿Para qué sirve el sexo?
“Por eso, cuando te encuentras con un organismo como el bdelloideas, que no se ha participado en la reproducción sexual durante decenas de millones de años, comienzas a cuestionarte por qué es importante el sexo”, agregó.
Cada especie de planta y animal que se reproduce sexualmente tiene pares de genes casi idénticos entre sí, con cada par proveniente de la madre y el padre.
Las rotiferas resuelven este problema con el truco evolutivo que permite a sus genes distanciarse de manera progresiva y evolucionar por sí solos, dijo Tunnacliffe, después de usar técnicas moleculares de clonación.
“La ausencia de sexo hace posible que los genes puedan evolucionar en diferentes direcciones”, explicó Tunnacliffe.
“Es como si tuvieras un mayor acervo genético para seleccionar para distintas funciones de evolución”, señaló.
La teoría de selección natural dice que el sexo mezcla los genes para adaptarse a cambios inesperados en un mundo traicionero.
Algunos cambios genéticos son buenos y estimulan la sobrevivencia, por ejemplo, contra nuevas cepas de enfermedades, pero otros llevan a enfermedades como la fibrosis quística en los humanos.