El rechazo a invitación de tribunal del agua aumentó las dudas sobre beneficios de la obra
Rehúyen autoridades de Jalisco debate sobre represa Arcediano
Se pretende construir en el río Santiago, el cual está contaminado con arsénico y plomo: ONG
Guadalajara, Jal., 11 de octubre. En el contexto de la cuarta audiencia del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), el gobierno del estado se negó a sostener un diálogo público con representantes de diversas organizaciones ambientalistas y sociales que han cuestionado la construcción de la represa Arcediano sobre el río Santiago, obra a la que en octubre de 2003 se le asignaron 3 mil millones de pesos, a pesar de no tener un proyecto rector y de las recomendaciones de organismos internacionales, como la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, la Organización Panamericana de la Salud y el propio TLA.
“Es lamentable que la autoridad estatal haya eludido el debate ético y público en torno a esta obra que, por dudas razonadas en aspectos geológicos, ambientales y de salud, debería ser suspendida y en su lugar desarrollar un sistema de agua que salvaguarde todos los derechos de la población”, dijo Raquel Gutiérrez Nájera, del Instituto de Derecho Ambiental. Recordó que el 27 de octubre de 2003 se aprobó la realización de la represa, e incluso se autorizó el estudio de impacto ambiental, pero después de cuatro años ninguna de las condicionantes establecidas en dicho documento se ha cumplido.
El TLA había convocado a representantes de la Comisión Estatal del Agua y de las secretarías de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable y de Salud locales para que expusieran sus “visiones técnicas, políticas y propuestas de alternativas” en torno a la represa. Su ausencia en el paraninfo de la Universidad de Guadalajara (UdeG), donde se llevaron a cabo las audiencias públicas del TLA, dejó dudas sobre si la represa realmente protege a las siguientes generaciones en su derecho al agua sin contaminantes y un medio ambiente sustentable, si el líquido que llegue a la zona metropolitana de Guadalajara no provocará daños a la salud y soporte abastecer durante varias décadas a la población, agregó Gutiérrez Nájera.
Antes, Mireya Acosta, catedrática de la UdeG e integrante del grupo técnico asesor del colectivo de organizaciones sociales y ambientales de Jalisco, sostuvo que se ha buscado el diálogo con las autoridades actuales, ya que con las anteriores “fue nulo, y con éstas la comunicación ha sido ríspida, con mensajes encontrados”; pero hay disposición a debatir, afirmó. Ante el público reunido en el paraninfo, explicó que los drenajes de 266 industrias de los ramos químico, alimenticio y textil, así como de los 1.9 millones de asentamientos urbanos son descargados en el caudal del río Santiago, donde se han encontrado contaminantes como arsénico, cadmio y plomo, entre otros, los cuales, según se ha demostrado, no pueden ser eliminados únicamente con plantas potabilizadoras o pastillas de cloro, que incluso provocan diversas reacciones químicas en los contaminantes presentes. Además –advirtió–, el uso de las aguas de ese caudal está vedado desde 1940, y a la fecha no hay una revocación a ese mandato.
Explico que para tratar de convencer a la población del “beneficio” de la obra, las autoridades estatales redoblaron su campaña de que la ciudad tiene escasez de agua y que su población “morirá de sed”, y por eso la urgencia de construir la represa; han dicho que de Arcediano se podrán extraer hasta 10 metros cúbicos por segundo, pero eso no está garantizado por ningún estudio.
“La terquedad de realizar la obra es tan grande que tendremos que encender veladoras para que les llegue la cordura y acepten sus errores técnicos”, dijo.
Aclaró que el discurso oficial de carencia de agua es insostenible, ya que se envían al drenaje 135 metros cúbicos por segundo de líquido potable, mismo que serviría para abastecer a 75 mil personas, considerando una dotación de 150 litros por día; además –continuó–, del lago de Chapala se extraen 190 millones de metros cúbicos anuales para la ciudad, de los 240 millones que están autorizados, y de la presa Calderón se saca un metro cúbico por segundo, y están autorizados tres.
Oficialmente se insiste en que debe recuperarse el lago, pero no hay datos técnicos ni un estudio de cuenca que indique cómo. “Desde hace 19 años dicen que Guadalajara morirá de sed y siguen los discursos de urgencia”, comentó.
Fabiola Figueroa, también investigadora de la UdeG y participante en el análisis del proyecto que en 2004 realizó la institución, advirtió que sin un proyecto ejecutivo la represa carece de sustento técnico-científico y pone en peligro el futuro de sinnúmero de generaciones, por ser una obra sustentada en la deuda pública, e incluso la salud de la población por la contaminación de los cauces, los cuales fueron considerados por la Secretaría General de Gobierno como “un detallito menor”.