Informó su decisión de suspender la totalidad de las operaciones de la aerolínea
SCT revoca la concesión a Líneas Aéreas Azteca, pues no solucionó irregularidades
De los nueve aviones que tenía, ocho están en litigio con las empresas arrendadoras
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) empezó el procedimiento jurídico y administrativo para revocar la concesión de la empresa Líneas Aéreas Azteca, debido a que se mantienen las “numerosas irregularidades” que motivaron la suspensión de actividades desde marzo pasado.
La dependencia informó ayer la decisión de suspender la totalidad de las operaciones de la aerolínea, así como el inicio del procedimiento para revocar la concesión. La empresa contaba con una flota de nueve aviones, de los cuales ocho se encuentran en litigio con las compañías arrendadoras, así como una base laboral de unos mil 200 trabajadores, quienes aseguran que no les han pagado desde el primero de agosto.
Según la SCT, la empresa no solventó las irregularidades que motivaron la suspensión de sus actividades en marzo pasado. En marzo pasado, las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) afirmaron que a raíz de una auditoría realizada a la aerolínea se encontraron “numerosas irregularidades en sus procesos administrativos y técnicos, que no garantizaban el cumplimiento de los estándares de seguridad requeridos por las autoridades, particularmente en las áreas de mantenimiento y capacitación”.
Un caso similar de cancelación de concesión para ofrecer el servicio público de transporte aéreo de pasajeros se registró la década pasada, cuando la misma SCT revocó los permisos otorgados a Taesa.
Ayer, la SCT informó que a pesar de habérsele otorgado un plazo de 90 días naturales a partir del 26 de marzo, y luego una prórroga para que tuviera la oportunidad de solventar las irregularidades que afectaban la seguridad aérea, la aerolínea “no solventó los diversos problemas detectados”.
De acuerdo con la información divulgada por la SCT, la decisión de suspender las operaciones de Líneas Aéreas Azteca a partir de marzo pasado fue resultado de una verificación realizada entre el 5 y el 23 de ese mes, “en la cual se detectaron numerosas irregularidades en sus procesos administrativos y técnicos, ya que no garantizaban el cumplimiento de los estándares de seguridad requeridos por las autoridades aeronáuticas, particularmente en las áreas de mantenimiento y capacitación”.
En esa verificación, precisó la SCT, se observaron deficiencias en los procedimientos de seguridad y en la capacitación periódica obligatoria de pilotos, personal técnico de manejo de carga y de mantenimiento, además de omisiones de registro en bitácoras de las aeronaves, desorganización en los procesos de operación en plataforma y falta de control en el intercambio de partes y componentes de aviones de su flota.
Sobre todo, fue que a lo anterior se sumó que “Líneas Aéreas Azteca presentaba una grave situación financiera, debido a que pasivos de corto plazo excedían sustancialmente sus activos de corto plazo, y sus flujos de efectivo no alcanzaban para pagar las deudas contraídas”.
Por la acción del gobierno federal, a través de la DGAC, Líneas Aéreas Azteca enfrentó severos conflictos jurídicos, como el iniciado por la Procuraduría Federal del Consumidor, que en este caso llevó a un embargo por adeudos superiores a 75 millones de pesos para el pago de daños causados a más de 2 mil 500 usuarios por la suspensión de actividades.
A ese embargo se sumaron otros solicitados por la administración del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).