Myanmar: detienen a 400 militares que no reprimieron a monjes
Tokio, 10 de octubre. Al menos cinco generales y más de 400 soldados de Myanmar fueron detenidos por desobedecer órdenes de disparar y golpear a monjes activistas durante las protestas del mes pasado, informó hoy el periódico indonesio Yakarta Post, que citó a un oficial que pidió anonimato.
El rotativo precisó que los cinco generales expresaron abiertamente su rechazo a utilizar sus tropas contra los monjes, mientras que los soldados de la división Sikai, destacados en las cercanías de la ciudad de Mandalay, “bajaron sus pistolas frente a los monjes y les pidieron perdón cuando se dieron cuenta de que habían cometido el mayor de los pecados”.
El oficial castrense explicó que “los monjes son un símbolo de nuestra religión y nuestra vida. La gente está muy enojada porque los militares se atrevieron a dispararles. Está considerado que el peor pecado es matar monjes”.
En tanto, la Asociación para Prisioneros Políticos, con sede en Tailandia, denunció en su página en Internet que Win Shwe, de la opositora Liga Nacional para la Democracia, arrestado el 26 de septiembre durante protestas en la ex Birmania, murió por las torturas que sufrió en los interrogatorios realizados en cuarteles militares.
Dio como fuente a las autoridades del pueblo de Kyaukpandawn, en Myanmar, y añadió que el cuerpo del líder activista no fue enviado a su familia sino que fue incinerado por sus verdugos.
Estados Unidos amenazó hoy con nuevas sanciones a la junta militar si no cesan las “atrocidades” contra su propio pueblo, y exigió una investigación exhaustiva sobre la muerte del opositor detenido.
Mientras, los embajadores de los 15 países del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) alcanzaron esta noche en Nueva York un acuerdo en las partes clave de una declaración para deplorar la represión militar en Myanmar, pero deben consultar lo pactado con sus gobiernos, indicaron diplomáticos.
El embajador estadunidense ante la ONU, Zalmay Khalilzad, dijo a periodistas, después de extensas negociaciones a puerta cerrada, que el Consejo de Seguridad se reunirá nuevamente el jueves para evaluar las respuestas de los gobiernos e intentar aprobar el texto no vinculante.
En la versión acordada, el texto “deplora firmemente” la “violenta represión por el gobierno de las manifestaciones pacíficas, incluido la utilización de la fuerza contra representantes religiosos”, y llama a la junta militar a liberar a los prisioneros políticos, entre ellos la dirigente de la oposición democrática, Aung Sang Suu Kyi.