Economist Intelligence Unit
Recesión
México, reforzado contra el contagio
Hubo un tiempo en que la economía mexicana se movía al ritmo del precio del petróleo. Pero desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en 1992, es el paso de la producción industrial de Estados Unidos lo que marca el ritmo al sur de la frontera (ver gráfica). Cuando la economía estadunidense se desaceleró en 2001, México sufrió dos años de estancamiento. Ante el temor de una recesión en EU, ¿será esta vez diferente para México?
Más de 70% de las exportaciones mexicanas van a EU. La manufactura de sus estados del norte está destinada a reducirse junto con su contraparte estadunidense. Pero muchos economistas ven razones para esperar que el país sobrelleve una recesión poco profunda en Washington de manera más satisfactoria que en 2001.
Los consumidores mexicanos gastan más que en el pasado. Y esta vez los políticos no deberían frenarlos. En efecto, el gobierno está mejor posicionado para estimular la economía en caso necesario. Las finanzas gubernamentales están cerca del equilibrio; la mayor parte de la deuda pública es ahora a largo plazo y denominada en pesos más que en dólares. El todavía modesto mercado crediticio ha seguido creciendo; el crédito bancario aumentó 26% de enero a julio. La construcción inmobiliaria, apoyada por programas gubernamentales, sigue siendo sólida. Este mes, el presidente Felipe Calderón obtuvo la aprobación de una reforma fiscal que cubriría la inversión pública adicional en carreteras y otra infraestructura.
De manera reciente, se han destinado grandes montos de inversión extranjera al sector de servicios y no al de manufactura. Esto podría continuar y ayudaría a cubrir cualquier déficit en cuenta corriente. Los funcionarios piensan que los ingresos derivados del turismo no descenderán demasiado, incluso si la economía estadunidense reduce su marcha. Guillermo Güémez García, subgobernador del banco central, sostiene que aunque algunos estadunidenses puedan quedarse en casa, otros escogerán a México en vez de destinos más caros y distantes. Güémez García señala que ya que el peso ha seguido el paso del dólar, los exportadores mexicanos podrían obtener mayor participación en el mercado al otro lado de la frontera a expensas de rivales que negocian con divisas más fuertes.
La Secretaría de Hacienda aún calcula que la economía mexicana crecerá 3.7% en 2008. Héctor Chávez, del español Banco Santander, dice que si la economía estadunidense crece 2%, México puede conseguir un 3%. Pero la reciente información económica de EU hace que esas cifras parezcan optimistas. Una desaceleración más profunda reforzará la posición gubernamental respecto a que la industria petrolera pública del país, cuya producción está en descenso, necesita reformarse y liberalizarse. Por una vez, una crisis –si llega a convertirse en eso– podría ser, realmente, una oportunidad.
Fuente: EIU
Traducción de texto: Jorge Anaya