Relevo generacional
Como las casualidades no existen, al mismo tiempo que llegó a México la obra maestra de interpretación mahleriana a manos del jovencito venezolano Gustavo Dudamel (con 26 años de edad, en los cuernos de la Luna), apareció una obra maestra póstuma, a partir de la misma partitura, la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler (1860-1911), a manos de una de las grandes glorias de la historia de la dirección orquestal, sir Georg Solti, quien varios días después de estremecer con esta interpretación los mismísimos cimientos de la sala de ópera de Zurich, al frente de la Tonhalle Orchester de esa ciudad suiza, falleció.
El relevo generacional está entonces a flor de piel. Se cumple el precepto budista: cuando fallecemos, somos una crisálida que se rompe con la aparición de alas en la espalda y volamos libres. El vuelo de la mariposa ocurrió aquí desde Zurich, donde murió el húngaro Solti, hasta un poblado del “tercer mundo”, donde nació Dudamel. Por supuesto que la versión del mahlerianísimo Solti hace llorar de tanta intensidad emotiva, claridad de expresión y arrebato creativo. ¡Salve, Solti!