Autoridad en la materia
De manera coincidente con la aparición triunfal de la Quinta de Mahler con Gustavo Dudamel, el mismo sello discográfico, Deutsche Grammophon, puso en los estantes de novedades en tres tomos, o tres cajitas, todas las sinfonías de Mahler, además de algunos ciclos de canciones, que realizó el que para muchos es el más mahleriano de los directores, el maestrísimo Leonard Bernstein (1918-1990), y que en distintas épocas grabó para el sello amarillo (que es como los melómanos identifican a la dóiche grámofon).
El segundo estuche contiene las sinfonías 5, 6 y 7, además de las Rückert Lieder y las Kindertotenlieder. La Quinta Sinfonía de Mahler suena aquí como una caricia, al mismo tiempo terrible y tierna, sobre los sentidos y las entendederas de los escuchas, con la Filarmónica de Viena. Tan extraordinaria es la versión de Dudamel que se puede establecer la comparación con la de Bernstein: la del venezolano es fresca, contundente, diríase virginal; la de Lenny Bernstein es sabia, apabullante, igualmente magistral.