Usted está aquí: sábado 6 de octubre de 2007 Capital La actual, una de las etapas más mediocres del país, dice Ebrard

Ante investigadores, cuestiona el crecimiento que se ha tenido en los 15 años recientes

La actual, una de las etapas más mediocres del país, dice Ebrard

Demanda definir el estatus jurídico-político del DF o no saldrá adelante a mediano plazo

Ángel Bolaños Sánchez

Ampliar la imagen Marcelo Ebrard recorre la calle Primo de Verdad tras la inauguración del congreso Los retos de la democracia local, en el Palacio de la Autonomía, en el Centro Histórico Marcelo Ebrard recorre la calle Primo de Verdad tras la inauguración del congreso Los retos de la democracia local, en el Palacio de la Autonomía, en el Centro Histórico Foto: Carlos Cisneros

La falta de una definición clara sobre el rol y la naturaleza de la ciudad de México y su relación con las esferas federales ha conducido a la capital a dedicarse a contener los efectos de las medidas económicas que se toman a nivel nacional, “en una de las etapas más mediocres, en términos económicos y sociales, de la historia del país durante los 15 años recientes, con una tasa de crecimiento de entre 2 y 3 por ciento”.

Por ello, advirtió el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, una discusión sobre la reforma del Estado sin incluir al Distrito Federal será incompleta e insuficiente y de continuar así, en el mediano plazo la ciudad no podrá salir adelante.

Al inaugurar el congreso de la Red de Investigadores en Gobiernos Locales Mexicanos (IGLOM) Los retos de la democracia local, en el Palacio de la Autonomía de la Universidad Nacional Autónoma de México, el mandatario dijo que al Distrito Federal a veces se le trata como entidad federativa, otras como un “gobierno supralocal” y desde el punto de vista político se ha utilizado dicha indefinición para someterlo a un estatus en materia presupuestal y fiscal “bastante extraña y cada vez menos ventajosa para la ciudad”.

Muestra de ello, apuntó, son las recientes modificaciones fiscales que disminuirán las participaciones federales en alrededor de 3 mil millones de pesos en los años por venir, monto que puede cambiar dependiendo de las características que tenga la evolución presupuestal.

Este, señaló, “es uno de los últimos casos que tuvimos de una tendencia y de un problema de fondo que tiene que ver con la negativa de llegar a un acuerdo definitivo sobre la naturaleza institucional de la ciudad y su relación con el gobierno federal, tendencia de varios años, pero que se ha consolidado, yo diría de 1997 (año del primer gobierno electo en el Distrito Federal) para acá, de una manera muy clara y acompañada de una desinversión federal en áreas tan importantes para la ciudad como agua, drenaje y transporte”.

Resaltó que tal vez el Distrito Federal es el único caso en el mundo, de una ciudad del peso que tiene la de México, donde las inversiones en los rubros citados se realizan con recursos propios.

“Esa es la situación en la que estamos y por eso nosotros insistimos en que se debe resolver la actual situación porque, evidentemente, la ciudad a mediano plazo no va a poder salir adelante si sigue así”, alertó.

En el acto, realizado en el Paraninfo del Palacio de la Autonomía, escenario que Ebrard consideró el mejor sitio para hablar sobre el papel de los gobiernos municipales, indígenas y delegacionales en la superación de la pobreza y la desigualdad social, temas que se abordarán durante el congreso, insistió en su tesis de que la mayor inversión se tiene que hacer en desarrollo humano, porque de lo contrario el país tendrá menos posibilidades de crecimiento.

Así, expuso, su administración ha debido corregir los efectos negativos de la política federal en aspectos como la educación de nivel medio superior y superior, invirtiendo alrededor de 4 mil millones de pesos para ampliar la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y la red de preparatorias del Instituto de Educación Media Superior, así como los programas de apoyo a estudiantes de bachillerato.

Lo mismo, adelantó, tendrá que hacer el gobierno de la ciudad en materia de salud, ante el desmantelamiento de las instituciones de seguridad social, el IMSS y de manera particular el ISSSTE. “Tenemos un decenio para crear la infraestructura de atención hospitalaria especializada que ya no va atener el Seguro Social porque el gobierno federal está resuelto a no invertir en ello”, apuntó.

Refirió que el gobierno de la ciudad atiende a más de 42 por ciento de los capitalinos que carece de servicios de seguridad social y deberá atender además a los derechohabientes del IMSS y el ISSSTE, especialmente de este último, “es lo que me dicen los trabajadores al servicio del gobierno de la ciudad”, que no están atendiendo en especialidades como oncología, cardiovasculares, crónico-degenerativas, entre otras.

“Lo mismo podemos ver en otras políticas que se están adoptando, que están muy focalizadas y que tienen como lógica administrar la desigualdad extrema, y por consiguiente, bajo ese razonamiento, la ciudad de México no requiere de una gran inversión y lo mismo ocurre con otros instrumentos de la denominada política social”, advirtió.

 
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