Pláticas en Ucrania para formar alianza contra pro rusos
Moscú, 5 de octubre. Con el visto bueno del presidente Viktor Yushenko, los líderes de los partidos naranja, color que identifica en Ucrania al espectro político pro occidental, empezaron hoy pláticas para concretar una alianza que les permita formar gobierno, en detrimento del pro ruso Partido de las Regiones, el más votado en las elecciones legislativas anticipadas del pasado domingo.
Para poder formar gobierno se necesita el respaldo de un mínimo de 226 diputados de la nueva Rada, la mitad más uno.
Según los datos que dio a conocer hoy la Comisión Central Electoral, sobre el escrutinio de la totalidad de boletas depositadas, el Partido de las Regiones obtuvo 34.37 por ciento de los sufragios; el Bloque de Yulia Timoshenko, 30.71; la coalición Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, 14.15; el Partido Comunista, 5.39; y el Bloque (centrista) de Litvin, 3.96.
Traducidos en escaños, el bloque de Yulia Timoshenko y la coalición oficialista Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular, impulsada por Yushenko, suman 228 diputados, apenas dos más de lo necesario.
El Partido de las Regiones, del primer ministro saliente Viktor Yanukovich, tendrá 175 escaños y 27 el también opositor Partido Comunista. Suman 202 diputados y no podrían formar gobierno, incluso si establecieran un improbable pacto con los 20 diputados de Litvin.
Los centristas probablemente optarán por mantenerse al margen para incrementar su capital político, conscientes de que sus votos serán decisivos para inclinar la balanza en votaciones puntuales. Esto significa que Yulia Timoshenko será la próxima primera ministra de Ucrania.
Todo apunta a que ya sólo falta negociar detalles de una versión revisada de la fórmula que Yushenko y Timoshenko pactaron hace dos años y siete meses, la anterior vez que esta mujer estuvo al frente del gobierno de febrero a septiembre de 2005.
Sin embargo, es pronto para concluir que estas legislativas ponen fin a la larga crisis de poder en Ucrania. Los equilibrios entre la presidencia (Yushenko), el gobierno (Timoshenko) y la oposición (Yanukovich) se pueden romper en cualquier momento.
Ahora cualquiera de los tres dirigentes, de alegar un desacuerdo de fondo, puede legalmente forzar la disolución de la nueva Rada, ya que la Constitución, aparte de las facultades que otorga al presidente, contempla dicha posibilidad en caso de que una tercera parte de los diputados renuncien a sus mandatos.
Y las bancadas de Timoshenko y Yanukovich tienen más de 150 diputados.