La institución genera fuerte antipatía y los créditos se han reducido al mínimo
El FMI debe recobrar el terreno perdido en América Latina: expertos
París, 5 de octubre. América Latina, hasta hace pocos años la mejor clienta del FMI y donde hoy la institución genera una fuerte antipatía y carece prácticamente de créditos, debe recibir más opiniones que sermones del nuevo presidente del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, aconsejan varios analistas. La región fue durante largo tiempo el principal cliente financiero del FMI, que alcanzó allí su récord de concesión de créditos en 2003-2004.
Actualmente, no obstante, el papel de prestamista de la institución se ha reducido casi al mínimo y algunos países buscan crear nuevos fondos regionales como el Banco del Sur a quien recurrir en caso de crisis.
“El Fondo hoy tiene que ser un consultor, dar más opiniones que sermones. Y tiene que ganarse el respeto” de una región que ya no depende financieramente de la institución, estimó el economista Claudio Loser, ex director del FMI para América Latina y experto del Diálogo Interamericano, un centro de análisis independiente con sede en Washington.
Gracias al alza de los precios de las materias primas, a una mejor gestión económica y al crecimiento del comercio mundial y de las remesas, la región cuenta con una mejor disponibilidad de dinero que en el pasado y no necesita por ahora al FMI como prestamista de última instancia.
Además, “hay una tendencia ideológica a depender menos del Fondo”, estimó Loser en una conferencia en la Casa de América Latina en París, al señalar que Argentina, Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen “una visión muy negativa” de la institución.
El propio Strauss-Kahn ha calificado de “intervención catastrófica” la gestión del FMI en Argentina en los años 90 y luego de la crisis de 2001-2002, y recientemente sostuvo que “en Argentina, para muchas personas, el FMI es el diablo y hay razones para ello”. Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela inaugurarán el Banco del Sur en noviembre próximo en Caracas.
En este contexto, el desafío de Strauss-Kahn será “establecer un diálogo inteligente e incluyente con los países en desarrollo” que integran el FMI, subrayó Loser, que participó en el libro Enemigos sobre Argentina y el Fondo, una recopilación de sus discusiones por correo electrónico con el periodista argentino Ernesto Tenembaum.