Emite discurso de autocrítica rodeado de colaboradores cercanos de Felipe Calderón
En mitin de corte priísta, Martínez Cázares se lanza por la dirección de AN
Ofrece vincular el partido a la sociedad y lograr la mayoría en el Congreso en 2009
Ampliar la imagen Germán Martínez Cázares y Juan Camilo Mouriño, durante el acto de ayer Foto: María L. Severiano
Germán Martínez Cázares, aspirante a la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN), dijo anoche que partido y gobierno tienen la misma misión, pero instrumentos y herramientas distintas para cumplir con ella.
Ni el partido puede dictar los decretos al gobierno, ni el gobierno podrá dictar a los órganos libres del partido sus plataformas políticas y mucho menos la designación de sus candidatos, subrayó en un acto que reunió a centenares de panistas, entre los que se encontraban consejeros, secretarios de Estado, diputados, senadores y militantes de base, que se disputaron el derecho a saludar y abrazar al michoacano en una expresión muy similar a la vieja cargada del priísmo.
Con esta reunión, Martínez Cázares prácticamente inició su campaña en busca de la jefatura nacional del blanquiazul y lo hizo acompañado de Juan Camilo Mouriño, titular de la Oficina de la Presidencia de la República, y César Nava, secretario particular del presidente Felipe Calderón, quien le dio su total apoyo en la meta que se ha fijado.
Junto a los dos hombres más cercanos a Calderón estuvieron el comisionado para los pueblos indígenas, Luis H. Alvarez; los secretarios de turismo, Rodolfo Elizondo; de Salud, José Córdova Villalobos, y de la Función Pública, Salvador Vega; los subsecretarios de Gobernación, Abraham González y Armando Salinas Torre; el gobernador de Jalisco, Emilio González, y el director del Conacyt, Juan Carlos Romero Hicks.
También llegaron Juan Ignacio Zavala, cuñado de Calderón Hinojosa, el subsecretario de Energía, Jordi Herrera, el ex senador Javier Corral; panistas muy cercanos a Martínez Cázares, como Rogelio Carbajal, y personajes ligados a la ultraderecha, como Fernando Guzmán Pérez Peláez.
La reunión tuvo lugar en el salón de un lujoso hotel de la colonia Nápoles, donde se colocó una enorme manta que mostraba el rostro de Germán Martínez y su lema de campaña: “Unidos por más para México”, así como dos enormes pantallas desde las que se podía observar a los oradores.
En su discurso de 27 minutos, el michoacano fijó su posición sobre el debate interno en el PAN en torno a cuál debe ser la relación del partido con el gobierno federal, y adelantó algunas de sus principales propuestas.
Señaló así que sólo desde la sinrazón se puede afirmar que el PAN y sus gobiernos tienen diferente misión. El partido, añadió, no necesita de verdades sexenales, ni de discursos de ocasión. Tiene una verdad permanente en la oposición o en el gobierno: la dignidad de la persona humana con un énfasis solidario en aquellos que menos tienen y que más dolor han padecido.
Esa es la misión del PAN y de sus gobiernos, refirió. Sin embargo, ambos tienen instrumentos y herramientas distintas para cumplir su tarea. Ni el partido puede dictar los decretos al gobierno, ni el gobierno podrá dictar a los órganos libres del partido sus plataformas políticas, y mucho menos la designación de sus candidatos, dijo.
La autonomía de las decisiones del PAN está garantizada por la conciencia libertaria de los miembros de Acción Nacional, dijo, luego de resaltar que: “nos mantuvimos libres en la derrota y hoy nos sometemos sólo a la doctrina, en la victoria. La cercanía responsable del PAN y sus gobiernos animada por la visión que compartimos exige ver con claridad un valor, una conquista, un logro indiscutible del blanquiazul: la oportunidad de realizar el ideario de acción nacional desde la Presidencia de la República”, puntualizó.
Germán Martínez expuso más tarde que la llegada de Calderón a la Presidencia no pervierte la existencia de Acción Nacional. La entrada de panistas en los palacios de gobierno es oportunidad invaluable de hacer vigente nuestro ideario, subrayó.
En un guiño a los sectores más conservadores del PAN, se comprometió a defender la vida desde el nacimiento, y luego ofreció refrendar triunfos electorales, ganar nuevas gubernaturas y la mayoría en el Congreso en 2009.
Pero esto último requiere vincular el partido con la sociedad y dar certeza a la militancia de que su participación cuenta y vale, agregó. El PAN no puede seguir por la ruta de la enredada organización interna. El partido sigue creciendo en trámites internos, en exámenes ociosos y en complicados requisitos para participar, criticó.
El michoacano manifestó que la tradición de participación ciudadana del panismo no soporta las evaluaciones que las dirigencias hacen a la militancia. En democracia las cosas son al revés: el militante es el que debe examinar al dirigente, porque es el ciudadano el que evalúa a sus gobiernos.
Durante su intervención insistió en su llamado a la unidad interna y en llevar al partido al centro, luego de señalar que no se debe alquilarlo a liderazgos de residuo; “Necesitamos apostar por ciudadanos probados en su misión de liderazgo social y en su coincidencia con nuestra misión”, puntualizó.
Antes César Nava manifestó su apoyo a Martínez Cázares y dijo hacerlo con serenidad, tranquilidad y optimismo. Explicó, por último, que lo respalda porque comparten los mismos ideales.