Pedirá al Congreso que le autorice un plan para ahorrar 800 millones de pesos
Busca Edomex restructurar su deuda
Los nuevos flujos se destinarán a inversión y combate a la pobreza, afirma funcionario
Toluca, Méx., 4 de octubre. El gobierno del estado de México solicitó autorización al Congreso local para restructurar la deuda pública de la entidad (de más de 29 mil millones de pesos, que la ubica como la más endeuda del país, sólo detrás del Distrito Federal, que tiene pasivos superiores a 40 mil millones de pesos), con la finalidad de obtener mejores tasas de interés y un mayor plazo de vencimiento.
De concretarse el plan de restructura que prepara la administración estatal encabezada por Enrique Peña Nieto, se obtendría un ahorro de 800 millones de pesos anuales, que se destinarían a fortalecer el gasto de inversión, dijo David Guerrero Bordón, director de crédito del gobierno mexiquense.
El secretario de finanzas local, Luis Videgaray, ha dicho que la deuda pública es el segundo problema más importante que enfrenta el estado en el rubro financiero, ya que anualmente la carga que representan estos pasivos para la administración estatal es muy pesada.
El principal problema, agregó, es la inequidad fiscal con que el gobierno federal trata a la entidad, asunto que las autoridades locales esperan resolver con la reforma hacendaria recientemente aprobada por el Congreso de la Unión.
De acuerdo con el presupuesto de egresos aprobado por la legislatura local, para 2007 el gobierno del estado de México destinará 3 mil 961 millones de pesos sólo para el pago de intereses de la deuda, y 4 mil 500 millones de pesos más a capital, que en total suman casi 9 mil millones de pesos, es decir, casi 8 por ciento del presupuesto del gobierno estatal.
“Hay una política y un manejo responsables de la deuda pública. El gobernador (Peña Nieto) ha dejado claro que el desarrollo del estado no será a costa de aumentar el monto de la deuda, y en los primeros dos años de su administración los pasivos han disminuido”, dijo Guerrero Bordón.
Al inicio de la gestión de Enrique Peña Nieto, en septiembre de 2005, la deuda pública del estado ascendía a 30 mil 150 millones de pesos. “La hemos reducido en alrededor de 900 millones, y se estima que a finales de año el monto sea de 29 mil millones de pesos”.
Las condiciones del mercado, agregó el funcionario, son propicias para restructurar la deuda “y esperamos, una vez que nos lo autorice la Legislatura, recibir las propuestas de la banca para llevar a cabo el refinanciamiento a más tardar en diciembre, porque en enero de 2008 las condiciones del mercado podrían variar”.
La más reciente restructuración de la deuda estatal se hizo en 2004, cuando se fijó un plazo de 20 años para liquidarla, con una tasa de interés de 13. 4 por ciento anual durante los primeros cinco años y a partir del sexto la tasa sería variable.
“Si consideramos lo anterior, al gobierno mexiquense le quedan dos años para mantener la tasa fija de 13.4 por ciento, que para las condiciones actuales del mercado es muy alto, por lo que estimamos que ahora podemos acordar con la banca comercial y de desarrollo tasas de alrededor de 10 por ciento anual y extender los plazos de vencimiento a 25 o 30 años”, explicó Guerrero Bordón.
“Si logramos concretar una tasa de interés más baja, pagaremos menos de interés, y también se pagará menos amortización porque el plazo se extenderá. Esto nos permitirá liberar flujo para destinarlo a obra pública. La estimación que tenemos es que habrá un ahorro de 800 millones de pesos que podrán aplicarse en infraestructura o en el combate a la pobreza”, detalló el director de crédito.
Alrededor de 44 por ciento de la deuda estatal está contratada con la banca de desarrollo (Banobras), y el 56 por ciento restante con la banca comercial. A Bancomer se le deben aproximadamente 5 mil 600 millones de pesos; a Banamex, unos 5 mil 200 millones y a Santander alrededor de mil 400 millones.