Admite que se vendió un puesto a uno de los acusados

Edil de Tonalá liga al PRI con muerte de funcionario

Juan Carlos G. Partida (Corresponsal)

Guadalajara, Jal., 4 de octubre. El alcalde de Tonalá, Jalisco, el panista Jorge Vizcarra Mayorga, aseguró hoy que Omar Melquiades Fajardo –una de las cinco personas arraigadas por el asesinato del director de mejoramiento urbano, Carlos Romo Guízar, perpetrado el 24 de abril– ingresó a trabajar al ayuntamiento como un “pago político” a los priístas que apoyaron su campaña.

Negó que hubiera nombrado a Melquiades Fajardo director de inspección y vigilancia a cambio de 400 mil pesos, como se desprende de las actuaciones ministeriales recabadas hasta ahora. Vizcarra Mayorga dijo que lo designó “‘porque yo tenía un acuerdo político con esa línea que se desprendió del PRI y se sumó a mi campaña. Era un acuerdo político, pero nunca fue a cambio de dinero”.

Sin embargo, luego se contradijo, pues señaló que Melquíades Fajardo sí entregó dinero para lograr su ingreso al ayuntamiento, y que un tal Óscar Gutiérrez no le pidió 400 mil pesos sino 650 mil, supuestamente para la campaña de Vizcarra Mayorga, pero señaló que él nunca vio ese dinero, y si supo de esa cantidad fue porque Gutiérrez –a quien pensaba incluir en alguna de las direcciones municipales– se lo confesó en diciembre pasado.

“Que yo tenga conocimiento, no se vendió ninguna plaza en el ayuntamiento de Tonalá porque yo era el responsable de designar a los diferentes directores; en el caso de él (Omar Fajardo) no se le vendió la plaza tampoco. Al parecer él estuvo aportando en tiempo y forma para la campaña, según dicho de Omar (Fajardo), sin que yo tuviera conocimiento, a un señor de nombre Óscar Gutiérrez. Ya se esclarecerá. Parece ser que (Óscar Gutiérrez) se quedó con el dinero, después lo regresó y ya no supe dónde quedó, pero en mi campaña obviamente no se quedó”.

–Entonces ¿por qué contrató a Omar Melquiades Fajardo si sabía que había pagado por el puesto?

–Era un compromiso político, no económico. En ese sentido sé cumplir mis acuerdos y hoy estoy pagando un compromiso de campaña.

Acerca de Ricardo Sigala, el secretario general a quien el cabildo le concedió licencia por un mes por “problemas de salud”, a pesar de ser señalado como autor intelectual del asesinato de Romo Guízar, dijo que no sabe dónde está.

“Yo no soy el abogado ni tampoco su médico. Yo confío en el documento que enviaron (para pedir la licencia). Espero que esté bien de salud porque no he estado en contacto con él”, dijo.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos informó que dos de los cinco arraigados por la Procuraduría de Justicia del estado presentaron una queja por supuestos malos tratos por parte de los agentes que los detuvieron y vigilan. Visitadores del organismo corroboraron que, al menos físicamente, los quejosos están bien.