Se intenta privatizar el aeropuerto más importante del país, advierten diputados
CFC plantea retirar en forma paulatina la inversión del gobierno en el AICM
La Comisión Federal de Competencia (CFC) propuso a la Cámara de Diputados aceptar que “se retire paulatinamente la inversión del gobierno federal en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de México (AICM)”, postura que, expresaron diputados del PRD y PT, constituye un intento por privatizar la principal terminal aérea del país, que concentra 33.6 por ciento del transporte de pasajeros vía aérea.
Ayer, el presidente de la comisión, Eduardo Pérez Motta, entregó a los legisladores de la Comisión de Economía y del Comité de Competitividad de la Cámara un oficio dirigido también a los secretarios de Comunicaciones, Luis Téllez, y de Hacienda, Agustín Carstens, en el cual asegura que con esa medida “se promoverá mayor competencia entre el conjunto de aeropuertos”.
Actualmente, explicó, el gobierno federal participa como accionista mayoritario en el AICM y destaca que “la celeridad con la que debería realizarse este proceso dependerá del crecimiento del tráfico” aéreo.
El oficio PRES-10-096-2007-182, con fecha del primero de octubre, considera que a mediano plazo es recomendable contar “con un sistema metropolitano configurado para aeropuertos pertenecientes a diferentes grupos de control, que compitan por el mercado del área metropolitana de la ciudad de México, y que conduzcan a mayor eficiencia económica, menores costos al usuario y mayor calidad de servicio”.
No terminan auditorías
Después de la reunión, el diputado perredista Alejandro Sánchez Camacho y el petista Joaquín Vela González, aseguraron que detrás de esa recomendación subyace el interés del gobierno de Felipe Calderón por privatizar el aeropuerto de la ciudad de México. Vela subrayó que no puede considerarse la entrega del control de la terminal a manos privadas, sobre todo cuando la Auditoría Superior de la Federación no concluye las auditorías a la construcción de la Terminal 2, y que la PGR recibió una denuncia penal por desvío de recursos en esa obra, que fue presentada por un grupo de legisladores.
En el documento, la CFC también platea “eliminar la exclusividad de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) en el servicio de suministro de turbosina a las compañías aéreas, y entregarlo a la iniciativa privada; también romper el monopolio que constituye la Asociación Civil Sitio 300, que cobra una de las tarifas más altas del mundo para la transportación terrestre de pasajeros”.
En el primer caso, la comisión considera que el costo de combustible se incrementa porque ASA actúa como intermediario entre Petróleos Mexicanos y las empresas de aviación. Explicó que el precio pagado por una aerolínea a ASA por turbosina incluye tres componentes: el costo del producto en la planta de Pemex, el precio de transportarlo al aeropuerto, y el de introducirlo en los tanques de las aeronaves.
El oficio establece que bajo el esquema actual las aerolíneas no pueden contratar con Pemex la compra y traslado de la turbosina ni contratar a un transportista para que la lleve al aeropuerto, por lo que de eliminarse tal exclusividad se “induciría mayor competencia en el servicio de suministro de combustible y tarifas mejor alineadas por los costos del servicio”.
En este caso la CFC propuso a la Comunicaciones y Transportes “evaluar alternativas para posibilitar a terceros privados para el servicio de suministro de combustible, incluyendo la posible desincorporación de los activos relacionados con la actividad”, debido a que la infraestructura instalada en el AICM para el suministro de turbosina es propiedad de ASA.
Respecto del transporte de pasajeros vía terrestre, la CFC señala que el actual esquema provoca la subutilización de los taxis, que sólo pueden realizar un viaje con pasajeros de la terminal aérea a sus destinos, lo cual eleva las tarifas a los usuarios, a causa también de los convenios de acceso entre el aeropuerto y el Sitio 300.
En este caso recomendó que una alternativa para propiciar mayor competencia y menores precios en el servicio es que el mismo “sea prestado por los permisionarios o concesionarios del servicio local de transporte público de pasajeros”.
La comisión también planteó una serie de propuestas para hacer efectiva la subasta de horarios subutilizados, para que puedan ser aprovechados por las distintas aerolíneas establecidas en el AICM.