Presentan el libro Lázaro Cárdenas. Iconografía
Gilly: como en el 68, estamos de nuevo frente a la represión
Ampliar la imagen Adolfo Gilly, Javier Garciadiego, Mario Ojeda y Francisco Montellano en la pesentación del libro en Casa Lamm Foto: José Antonio López
Lázaro Cárdenas fue un hombre coherente y de principios, un político y un estadista, que supo leer su tiempo y tomar con valor decisiones en extremo difíciles. Así se le recordó anoche durante la presentación del libro Lázaro Cárdenas. Iconografía.
En el acto, realizado en Casa Lamm, sobresalió la presencia del hijo del ex presidente mexicano, Cuahutémoc Cárdenas Solórzano, quien eludió opinar sobre los múltiples temas que fueron planteados por los medios y que forman parte de la agenda nacional: la militarización del país; su situación en el PRD; la privatización de Pemex; el aumento a la gasolina y la actual escalada inflacionaria; las próximsa elecciones para gobernador en Michoacán; la reforma fiscal; las críticas del subcomandante Marcos a Felipe Calderón y a Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, el historiador Adolfo Gilly, presentador del volumen coeditado por Turner y por el gobierno de Michoacán, y autor de uno de los textos que lo conforman (“El general escribe en su despacho”), comenzó su intervención recordando la matanza de estudiantes hace 39 años: “el 2 de octubre de 1968 yo estaba preso, así que no estaba en Tlatelolco, y en 1967 también estaba preso. Quiero saludar la formación del Frente Nacional contra la Represión donde, según informa la prensa, hay como 100 organizaciones y muchas adhesiones individuales.
“Creo que en un momento en que están militarizando la vida del país, en que desde el gobierno federal se está llevando una absurda militarización, en que tenemos presos, desaparecidos, la formación de este frente es necesaria y oportuna”.
Enseguida, Gilly expresó su acuerdo con el artículo publicado por Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de este diario, en el que crítica al PRD porque en Chiapas “se ha convertido en el partido de los paramilitares”.
Como en octubre de 1968 –subrayó–, “estamos nuevamente frente a represión federal y a represiones esatatales”.
Considerado uno de los más connotados estudiosos del cardenismo, Adolfo Gilly dio posteriormente lectura a una relación de algunas de las fotografías contenidas en el libro que le parecen especialmente significativas. “Lázaro Cárdenas: el general que no quería matar”, fue el título de su intervención.
A partir de la descripción de las imágenes mencionadas, Gilly evocó las ideas y acciones de Cárdenas: su admiración por Gandhi, lo mismo que por Ricardo Flores Magón; su decisión de asilar a los republicanos españoles; su política exterior, y su apoyo y simpatía por la Revolución cubana.
En su turno, Mario Ojeda, autor de otro de los textos incluidos en el libro (“La dimensión internacional de Lázaro Cárdenas”), hizo una amplia exposición sobre la “brillantísima labor diplomática” llevada a cabo por el cardenismo, que fue mucho más allá de dar asilo a los exiliados republicanos españoles.
En una era conflictiva, en pleno ascenso del fascismo en Europa, Cárdenas encabezó “un gobierno que supo leer los acontecimientos en el mundo”, y que de un modo u otro influyó en ellos antes que ser “víctima” de los mismos. Durante y después de su periodo presidencial, los principios que rigieron su política exterior se mantuvieron inamovibles.
Por eso, sostuvo Ojeda, es una de las grandes figuras del siglo XX, pero no sólo en México, sino en el mundo.
El historiador Javier Garciadiego, director de El Colegio de México, glosó los textos de Gilly y Ojeda, expresó algunos desacuerdos respecto de los mismos y elogió la selección y edición de las fotografías, a cargo de Miguel Angel Echegaray y Francisco Montellano.
Antes y al final del acto, los medios abordaron al ingeniero Cárdenas, pero en ambos momentos el político michoacano se mostró parco o elusivo.
–¿Cuál es su reflexión sobre la militarización del país en un día como hoy, a 39 años de la matanza de Tlatelolco? –se le inquirió.
–Otro día platicamos de eso –respondió.