La obra enfrenta al personaje con su conciencia: Prieto
La indignación por los abusos de Marcial Maciel inspiró Felonía
A raíz de la indignación que le provocó conocer los crímenes de pederastia perpetrados por el sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, y el posterior “silencio culpable de la jerarquía eclesiástica”, el escritor Francisco Prieto no quiso dejar que tales hechos se perdieran en el olvido, por lo que escribió la obra de teatro Felonía.
“Es inconcebible que un tipo así haya vivido prácticamente toda su existencia en una farsa atroz, con cinismo y desvergüenza, con una completa falta de caridad”, comentó el autor a La Jornada.
Los actos de pederastia de Maciel, “cometidos en nombre de Dios, hieren profundamente la sensibilidad de cualquiera”, abundó Prieto.
No se trata de una obra en la que se denuncien propiamente los hechos, los cuales fueron documentados por La Jornada en abril de 1997, “sino de cuestionar y enfrentar a este personaje con su propia conciencia”.
Nuestro Padre es el nombre del protagonista de Felonía, en la que aparecen también sus Guerreros de Jesús, personajes en los que bien se podría reconocer a Marcial Maciel y sus Legionarios de Cristo.
En la obra de Prieto, “Notre Pére hace de su santidad un territorio de gozo y de dominio: pederasta que somete a los discípulos de su congregación; morfinómano, maestro de la simulación, protegido por algunos obispos y cardenales, atrincherado en una doctrina espiritual que, simulando volver a los estamentos y el orden medieval, se alía con el poder de las elites empresariales para hacer de la ciudad de Dios el rostro corrompido del mundo moderno”, apuntó Javier Sicilia, en la introducción del texto teatral. “Lo que más aterra –continúa Sicilia– no son los abismos del alma de este personaje –que Prieto explora–, sino que esos abismos están tomados de la realidad misma; sobre todo de la realidad de la Iglesia que custodia la santidad”.
El texto de la obra fue publicado por editorial Jus. El autor de este drama en dos actos tuvo oportunidad de conocer a algunos integrantes y ex militantes de los Legionarios de Cristo.
“La jerarquía eclesiástica tan sólo le impidió a Maciel oficiar misa de manera pública, lo que es una manera de, en principio, reconocerlo culpable; empero, eso no es para nada suficiente: en nombre de su propio evangelio se le debería exigir que pidiera perdón públicamente, aparte de lo que judicialmente haya lugar.”
En esta obra de “ficción al servicio de la realidad”, aparecen, entre otros personajes, Jesús de Nazareth, Juan XXIII, Pío XII, Pedro Arrupe, José María Escrivá de Balaguer y María Magdalena.
Felonía exhibe uno de los temas más sensibles para la sociedad: la pederastia, pero también la impunidad del poder. De acuerdo con Francisco Prieto, “se dice que Maciel vive actualmente en su rancho. No puede decir misa ni hablar en público, pues, de acuerdo con el documento oficial escrito en italiano, sus superiores le ordenaron ‘una vida de sacrificio y de silencio’”.