Tomás Boy, nervioso por su debut
Llegó en silla de ruedas, la cambió por muletas y no titubeó en confesarse “nervioso y ansioso”. El Jefe Tomás Boy arribó ayer por la tarde al aeropuerto capitalino al frente del Atlas con la promesa de que “habrá cambios” este domingo, cuando debute en el timón ante los enrachados Pumas.
Mientras el delantero Bruno Marioni espera “por lo menos salir de perdedores”, Boy tiene la ilusión de ver una mejora en lo futbolístico y anímico, y se declaró convencido de que el plantel rojinegro hará un buen partido, luego de reconocer que puso el acento en el aspecto anímico, pues “la falta de resultados positivos produce desánimo y frustración; entonces, inmediatamente había que detener esos factores”.
Frente al hecho de toparse con unos pumas en franco ascenso, exclamó: “¡Ni modo que me ponga a llorar!” Rechazó haber cogido una papa caliente, por tratarse del peor equipo del torneo. “Lo veo como una oportunidad. Ellos (la directiva) confían en que podré sacar al equipo de la mala situación y para mí es un desafío fuerte”, explicó.
Aceptó que el equipo merece ser colero general. “La meta es terminar una temporada con dignidad y que los jugadores encuentren motivación”, abundó.
Reveló que a la directiva no le preocupa tanto el porcentaje, sino “la tremenda inversión económica que hizo y que los resultados no se hayan dado”.