Usted está aquí: domingo 30 de septiembre de 2007 Cultura La única salida para el arte público es tomar la calle: Wolffer

Presenta, junto con Carlos Aguirre, selección de Zona de Tolerancia

La única salida para el arte público es tomar la calle: Wolffer

Con su intervención tratan de explorar la tolerancia en partes de la capital

Carlos Paul

Ampliar la imagen Carlos Aguirre y Lorena Wolffer, en los andenes del Metro Centro Médico, donde está instalada su exposición Zona de Tolerancia Carlos Aguirre y Lorena Wolffer, en los andenes del Metro Centro Médico, donde está instalada su exposición Zona de Tolerancia Foto: Marco Peláez

Zona de Tolerancia es un proyecto que implicó por parte de sus creadores, salir a la calle para realizar una serie de intervenciones sobre diversas señalizaciones urbanas y viales que existen en la ciudad de México, específicamente, sobre las que se encuentran en avenida Ignacio Zaragoza, al oriente de la ciudad.

Con la idea de reflejar que “el grado de tolerancia varia sustancialmente –en términos sociales, económicos y políticos–, de una zona a otra de la urbe”, los artistas visuales Carlos Aguirre y Lorena Wolffer se dieron a la tarea de pegar por las noches una serie de stickers de gran tamaño, como un hombre apuntando con un arma o una señora pidiendo limosna, sobre ciertas señalizaciones vehiculares de dicha zona.

Esas piezas, por ejemplo, tendrán distinto significado y grado de tolerancia si aparecen en Tepito o en Las Lomas, explicó Wolffer.

“Debido a los acuerdos sociales, en ciertas partes de la ciudad se permiten ciertas cosas y en otras no. Sin afán moralista, más bien con cierta ironía, lo que hemos querido destacar es la manera en cómo opera la tolerancia.”

Para ello, añade Aguirre, “utilizamos el lenguaje del diseño gráfico, semejante con el que están conformados las señalizaciones que se ven por la calle, como las que indican vuelta en u o vuelta a la derecha, entre otras”.

Una de las cuestiones “es que las señalizaciones que intervenimos, anteriormente ya estaban intervenidas por los chavos que les pegan pequeños stickers. Nuestro trabajo no fue el de intervenir la intervención, sino lo que hicimos fue hacer un señalamiento completamente distinto, con imágenes y mensajes, que van más allá del sticker ‘yo pase por aquí’”.

El trabajo de cada uno de los artistas comprende tres piezas. Lorena Wolffer se adentró en la cuestión de la pobreza, la prostitución y la violencia, mientras que Aguirre abordó también la violencia y la prostitución, y la intolerancia de la Iglesia.

Cuestiones que de acuerdo con los creadores, “obedecen a realidades muy distintas y ejemplifican muy bien, cómo es que la tolerancia o intolerancia opera”.

Con este trabajo, concluye Wolffer, “confirmamos que la única salida viable para el arte en espacios públicos es que sea autogestivo, es decir, tomar la calle: llegas lo pones y ya está, pues recurrir a las instancias o autoridades para pedir permisos hemos visto que no funciona ni les interesa”.

Los seis señalamientos originales, así como fotografías de Federico Gama, que documentan el proceso de intervención y una serie de fotografías de señalamientos intervenidos digitalmente, se exhiben en una de las vitrinas de la estación Centro Médico, del Metro, dirección La Raza, “no como conclusión de un trabajo –explican los creadores–, sino como testimonio y parte de un proceso, que se tendrá que verificar en las calles donde se encuentran las obras y en las reacciones de las personas”.

 
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