“Ellos habían dicho que no iban a aumentar los precios y nada más llegaron todo subió”
Alza a gasolina impactará tarifa de transporte entre 10 y 15%: Ebrard
La política del GDF era no autorizarla sin mejorar el servicio
Entrega becas en Tláhuac
Ampliar la imagen Durante la entrega de vehículos para atender las necesidades de la población tlahuaquense, así como patrullas para la policía, estudiantes demandaron “ingreso directo” a la UAM Foto: José Antonio López
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, calculó que el incremento que el gobierno federal aplicará en enero próximo al precio de las gasolinas será de entre 10 y 15 por ciento, por lo que el impacto en las tarifas del transporte público concesionado tendrían que ser en esa misma proporción, pero insistió en que su administración tratará en lo más posible de reducir el impacto de dichos ajustes en la gente.
En entrevista, luego de asistir a la entrega de becas para estudiantes y vehículos para seguridad pública, emergencias médicas y servicios públicos, adquiridos por la delegación Tláhuac, el mandatario capitalino recordó que la política de su administración respecto de las tarifas del transporte concesionado era la de no autorizar un alza mientras no mejore el servicio, y si bien a lo largo del año ha habido ajustes en el precio de los combustibles, el incremento de enero hará subir no sólo las tarifas de taxis y microbuses, sino de todos los servicios.
“Si sube la gasolina, que es el principal insumo del transporte, es evidente que las tarifas van a subir, porque la gasolina determina el precio. Ahora, lo que tenemos que ver es que sea en una proporción exacta a lo que suba la gasolina”, señaló.
–¿O sea, que si sube 20 por ciento la gasolina, ese sería el incremento? –se le preguntó.
–Yo estaría pensando, por estimaciones, de un 10 a un 15 por ciento –respondió. Porcentaje mucho mayor del aumento que acumulará por el impuesto que aprobó la Cámara de Diputados sumado al ajuste inflacionario que pudiera aplicarse a los combustibles.
–¿Y eso subiría el transporte? –se le insistió.
–Eso es lo que buscan.
Antes, frente a más de un millar de personas, el mandatario capitalino repasó algunos de los programas de su administración, como los apoyos a estudiantes de preparatorias, la entrega de uniformes escolares, así como la construcción de un hospital general en la demarcación, ya en marcha, y el inicio, en enero próximo, de la línea 12 del Metro, y dijo que el gobierno de la ciudad tiene que hacer muchas más acciones en beneficio de la población porque el gobierno federal se la pasa promoviendo incrementos en los precios.
“Yo no estoy de acuerdo con eso como tampoco lo está la mayoría y porque además ellos habían dicho que no iban a subir los precios”.
–Entonces que no sean ¿cómo se dice? –preguntó a la gente.
–¡Mentirosos! –le contestaron en coro.
–Ahí se los dejo. Pero ellos habían dicho que no iban a subir los precios y nada más llegan y va todo para arriba –apuntó.
Posteriormente, en entrevista, sobre la exigencia de los transportistas de aumentar en un peso la tarifa, lo que significa un aumento de alrededor de 40 por ciento, Ebrard dijo que habrá que esperar a enero para conocer de cuánto es el incremento y en función de eso tomar una decisión.
Recordó que si bien el transporte en la ciudad de México es el más barato del país, y los servicios que presta la administración central como el Metro, el trolebús y los autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros están subsidiados, cualquier ajuste impacta en la economía de mucha gente, sobre todo porque los salarios se mantienen deprimidos y muestra de ello es que algunas mujeres de San Andrés Mixquic, dijeron al mandatario capitalino, en ocasiones no tienen dinero suficiente para ir por su dotación de leche Liconsa (16 pesos).
“Entonces –reiteró–, si sube la gasolina tendremos que buscar que el incremento sea lo menos posible para la gente”.
En otro tema, Ebrard reconoció que mantener libre el Centro Histórico de vendedores ambulantes significa para las autoridades “una batalla de todos los días”.
Esto, porque si bien un buen número de comerciantes comenzaron a retirarse de las calles del perímetro A, otros permanecen toreando en algunas de las calles recuperadas anteriormente y de manera tolerada en la calle de Independencia, a donde se movieron muchos de los que ocupaban la acera poniente del Eje Central Lázaro Cárdenas, como se observó ayer en un recorrido.
A pregunta expresa sobre si los que se resistan a moverse serán retirados por la fuerza pública, respondió que está prohibido el comercio informal en esa zona y no es algo opcional “es una disposición de ley vigente”.
Sobre la advertencia de los ambulantes que desocuparon el viernes calles como Venustiano Carranza, 5 de Febrero, 20 de Noviembre, Regina, Mesones, República de Uruguay y República de El Salvador, de que regresarán a ellas si el gobierno no cumple el compromiso de entregarles las planchas comerciales, Ebrard recordó que desde administraciones pasadas se han adquirido predios para hacer la reubicación de los ambulantes y aseguró que entre 60 y 70 por ciento de ellos tienen locales en plazas, los cuales utilizan como bodegas.
“El gobierno de la ciudad es tolerante y quiere buscarles opciones, pero tampoco vamos a ponerles a su disposición más y más predios, El que ya tiene espacio en una plaza no tiene por que estarle pidiendo al gobierno otra”, señaló.