Zavala elude la mayoría de cuestionamientos y señala: “aquí cada quien habla por su lado”
Tedio y frustración de diputados, al comparecer la titular de Sedeso
14 millones en pobreza extrema son “un inmenso número en esas condiciones extremas”, reconoce
Ampliar la imagen La titular de Sedeso, Beatriz Zavala Peniche, y la presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta Foto: María Meléndrez Parada
La política social del PAN “se reduce a tirar migajas a los pobres” y a reproducir un modelo asistencialista que propicia el clientelismo electoral, afirmaron legisladores de oposición, luego de que la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Beatriz Zavala Peniche, reconoció que 44 millones 700 mil mexicanos viven en situación de pobreza, y de éstos, 14 millones 400 mil se enfrentan a una situación más lacerante, la pobreza alimentaria, de acuerdo con el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Sin embargo los legisladores admitieron que, si bien el PAN ha convertido la política social en “un lamentable bosquejo surrealista”, debe reconocérsele que en la reducción del número de pobres en el país puede apuntarse un logro, “y como prueba de esta denodada lucha del panismo está la fortuna que hoy ostentan el ex presidente Vicente Fox, Marta Sahagún y los Bribiesca, que en un sexenio pasaron de empresarios y docentes en quiebra a millonarios”.
A lo largo de una prolongada comparecencia, en la que por momentos hubo más personas en los balcones de invitados y de prensa que diputados en el salón de plenos, Zavala Peniche comentó, al hacer su presentación como parte de la glosa del primer Informe de gobierno, que al inicio del mandato de Felipe Calderón descubrieron que “era necesario dirigir las acciones sociales hacia las comunidades más marginadas y hacia aquellas que son víctimas de la inseguridad y la violencia en las zonas urbanas”.
Administrar la pobreza
La perredista Ana Yurixi Leyva Piñón lamentó que el gobierno panista se limite a administrar la pobreza y no a eliminarla, como resultado de “su enfoque conceptual confuso”, mientras que la priísta Sara Latife Ruiz Chávez advirtió que su partido no permitirá que la pobreza y la marginación sean botín electoral del PAN, y al igual que la perredista, cuestionó la orientación partidista de la funcionaria.
“Usted es secretaria de Desarrollo Social, no de desarrollo humano”, le recordó a Zavala Peniche, y acusó al gobierno del PAN de convertir las delegaciones estatales de Sedeso en una suerte de virreinatos, al permitir que los funcionarios controlen los recursos para la infraestructura y el desarrollo social.
Sin inmutarse, Zavala Peniche respondió que en el gobierno calderonista “estamos muy conscientes de que hablar hoy en día de más de 14 millones de mexicanos en pobreza extrema es hablar de un inmenso número de mexicanos que tienen estas condiciones tan extremas y con tan baja calidad de vida”, y que los delegados, como todos los ciudadanos de México, “tienen el derecho de participar, si así lo desean, en un partido político, pero el derecho y la obligación que tienen como funcionarios públicos es trabajar de manera imparcial”.
Aunque el resto de los legisladores que la interrogaron sobre el trabajo de la dependencia a su cargo tuvieron menos suerte en las respuestas que recibieron de la funcionaria, Sergio Augusto López Ramírez, del Partido Verde, le reprochó: “lamento que de las 10 preguntas que le realicé, secretaria, casi no se me respondió a ninguna”, sin embargo el reclamo surtió poco efecto en la secretaria, quien, como sucede comúnmente en las comparecencias de los funcionarios, respondió lo que quiso y como quiso.
Como en el caso del diputado por Convergencia José Manuel del Río. “Señora secretaria”, le dijo el legislador, “viene usted a una comparecencia difícil, en tiempos difíciles, pues el sexenio pasado en la pobreza tuvo éxito. Hay nuevos ricos que hoy tendremos que investigar en esta Cámara y tendremos que investigar de dónde salieron tantas riquezas del ex presidente Vicente Fox, que ahora nos presume en la revista Quién”, señalamiento al que la funcionaria no aludió en su respuesta.
Tampoco cuando Marina Arvizu Rivas, de Alternativa, le recordó que el Presidente de la República dijo el 2 de septiembre “que había que abatir la desigualdad porque era una tarea de nuestra generación. Después de escuchar y revisar cuidadosamente aquel discurso, y hoy su Informe, no encontramos en ninguno de los dos alguna medida de fondo que tienda a cerrar la brecha de desigualdad en este país”.
Y era tal la distancia entre lo que se preguntaba y lo que se respondía, que la propia legisladora, en su réplica, mencionó que en esta comparecencia “cada quien habla por su lado. No tenemos la posibilidad de comunicarnos y entender lo que está diciendo el Ejecutivo y lo que quiere el Legislativo”.
Fue al final de la sesión, en una intervención no programada, cuando el legislador del blanquiazul Gerardo Priego arremetió contra los priístas y perredistas que cuestionaron el uso partidista de los programas sociales y la afinidad panista de los delegados. “El ejemplo del Distrito Federal es ofensivo e irónico para ese cuestionamiento. Les parece peor que alguien como Martí Batres sea secretario de Desarrollo Social”, o la propaganda que, con recursos públicos, se hacen gobernadores del PRI.
“Pero por si fuera poco, déjenme decirles, hombre, es que hay chuladas”, y mostró en tribuna revistas en las que los gobernadores de Durango y Coahuila (Ismael Alfredo Hernández Deras y Humberto Moreira Valdés, respectivamente) se publicitan profusamente “con todo el dinero que tiene ese estado y toda la pobreza que tiene; miren esta chulada, cuatro, cinco fotos de este gobernador, no puede haber mayor cinismo”, dijo antes de que lo instaran a bajar de la tribuna, porque su tiempo se había acabado. Así se dio por concluida una comparecencia más donde el común denominador fue el tedio de los pocos asistentes y la molestia de los legisladores por la falta de respuestas a sus cuestionamientos.