El presidente colombiano, “triste” por los nexos de un primo con paramilitares
Reitera Uribe rechazo a despejar zona para eventual canje de rehenes por rebeldes presos
Ampliar la imagen La esposa del estadunidense Tom Howes, secuestrado por las FARC, y familiares llegan al palacio presidencial para entrevistarse en Santafé de Bogotá con el alto comisionado para la Paz Foto: Ap
Nueva York, 27 de septiembre. El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, defendió hoy su política de seguridad y reiteró su rechazó a despejar una zona para el eventual intercambio humanitario de guerrilleros presos por rehenes, durante su participación en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Uribe argumentó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dispusieron de una zona desmilitarizada durante el frustrado proceso de paz con el anterior gobierno del presidente Andrés Pastrana para un intercambio de humanitario de 45 rehenes por unos 500 rebeldes presos, pero no liberaron a persona alguna.
Aunque insistió en un acuerdo humanitario, aseguró que no se permitirán zonas de despeje “que son finalmente campos de concentración a cargo de terroristas”, al señalar que la mayor parte de los rehenes “fueron secuestrados antes o durante el periodo de la zona de despeje del Caguán, que duró 42 meses.
El mandatario conservador recordó la disposición de la senadora de oposición Piedad Córdoba para tratar de facilitar un intercambio, en el que está mediando el presidente venezolano, Hugo Chávez.
En Bogotá, el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, indicó que el gobierno colombiano está dispuesto a reunirse con las FARC en Venezuela, luego del encuentro de la guerrilla con Chávez.
El mandatario colombiano celebró asimismo la disposición del gobierno de Estados Unidos para que una delegación de congresistas estadunidenses se reúna con Chávez, Córdoba y miembros de las FARC el 8 de octubre en Caracas.
Tras su participación en la ONU, Uribe se reunió con familiares de tres ciudadanos estadunidenses secuestrados por la guerrilla, con el grupo que incluye asimismo a la ex candidata presidencial colombiana-francesa Ingrid Betancourt, a varios políticos y decenas de militares y policías.
Además, habló de la seguridad, la que, dijo, mejoró desde que llegó al poder en 2002. Indicó que hace algunos años había “60 mil terroristas” en su país y que ahora quedan alrededor de 11 mil.
Uribe también se declaró ‘triste” por la situación de su primo, el senador Mario Uribe, investigado por nexos con paramilitares; este día se elevó a 38 el número de congresistas relacionados en el proceso de la narcoparapolítica, después de que la Corte Suprema de Justicia llamó a indagatoria al senador Vicente Blell, del gubernamental Partido Colombia Viva.
Este día, un grupo de 40 paramilitares, que no participaron en las negociaciones del gobierno con las Autodefensas Unidas de Colombia, se entregó este jueves al ejército en el departamento de Caldas y entregó sus armas.