Presentaron los dos tomos del libro México en tres momentos, en San Ildefonso
Debate y pluralidad enmarcarán la celebración de 2010: De la Fuente
Con ese esfuerzo editorial, la UNAM asume la delantera para recordar las efemérides nacionales, expresa el rector
Polemizaron Carlos Monsiváis y Enrique Krauze sobre esa obra
Ampliar la imagen Carlos Monsiváis, Juan Ramón de la Fuente, Alicia Mayer y Enrique Krauze, la tarde del lunes, durante la presentación del libro México en tres momentos: 1810-1910-2010, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso Foto: Víctor Camacho
Quien piense que las celebraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución van a ser sólo festejo no ha acabado de entender a cabalidad lo que estas fechas significan, señaló el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente, durante la presentación de los dos tomos del libro México en tres momentos: 1810-1910-2010.
En un acto efectuado la tarde del lunes en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, De la Fuente recalcó que en las conmemoraciones “habrá polémica, debate, y seguramente tendremos la oportunidad de conocer nuevas versiones enriquecidas de hechos pretéritos, nuevos enfoques a viejos problemas y nuevos problemas a la luz de nuevos análisis.
“De eso se trata: de estimular este trabajo intelectual, de hacerlo de manera abierta, con tolerancia, donde podamos además constatar que en el análisis más riguroso, desde el punto de vista académico, podemos encontrar puntos de vista que precisamente por ser contradictorios son enriquecedores. Esa es la pluralidad formidable que tenemos la oportunidad de asimilar a propósito de estos dos actos señeros.”
Temario impresionante
Con la aparición de ese trabajo editorial, realizado por la Comisión Universitaria para los Festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana que coordina la historiadora Alicia Mayer, la UNAM toma la delantera en las celebraciones de ambas efemérides, hecho que resaltó el rector al recordar que, con oportunidad, la máxima casa de estudios inició la preparación de diversos proyectos por el bicentenario, desde el 16 de noviembre de 2006.
La obra, dividida en dos tomos, reúne una serie de trabajos de especialistas como Javier Garciadiego, Carlows Wetti, Patricia Galeana, Christon I. Archer, Jaime E. Rodríguez y David Guerrero Flores, quienes abordan diferentes áreas dentro de las ciencias humanísticas y sociales, y proponen desde una recapitulación historiográfica hasta estudios sobre la economía mexicana, aspectos geográficos, demográficos y políticos, entre otros.
Durante la presentación de México en tres momentos: 1810-1910-2010, el historiador Enrique Krauze se dedicó durante su amplia intervención a criticar la que, a su juicio, es una edición “suntuosa”, “de difícil manejo”, “el título no corresponde al contenido”, “no están claros los criterios de selección de los materiales”, “hay cierto desorden”, argumentó ante el asombro de muchos de los asistentes.
Dijo que hablaba en su carácter de “editor” y ofreció sugerencias a los universitarios para que una futura redición de los libros en cuestión sea “menos dispar”, “un proyecto más razonado, más acotado, más modesto”.
Después de recalcar que entre los trabajos coordinados por Alicia Mayer, “no hay nada sobre la cultura, las artes, las ciencias y las humanidades (...) nada sobre el Ejército cuando se trata de dos guerras, no se aborda el tema militar y tampoco el de los obreros”, Krauze elogió capítulos dedicados al tema de la Iglesia y la religión, escritos por William Taylor. En particular, hizo mención del trabajo de David Brading, quien escribió sobre La Virgen de Guadalupe y la Virgen de los Remedios.
En su turno, el escritor Carlos Monsiváis reviró: “México en tres momentos... es un libro excepcional de la UNAM, como esfuerzo editorial y como suma de trabajos intelectuales que da una idea, por suerte, incompleta, por fuerza polemizable pero generosa, de la investigación histórica en este tiempo”.
Luego ironizó: “me sorprendió no encontrar entre las instituciones participantes en este trabajo (El Colegio de México, Universidad Autónoma Metropolitana, CIDE, las universidades autónomas de Tamaulipas, Querétaro, las de Los Angeles, Cambridge y Chicago) a la Universidad Anáhuac... luego lo pensé y no me sorprendió tanto”.
El periodista, contrario a lo que señaló el director de la editorial Clío minutos antes, consideró que el diseño de ambos tomos “es magnífico, y ya alcanzará más justamente a su público en la edición popular. En este sentido, el trabajo que ha hecho el neosexagenario Enrique Krauze de edición de la historia ha sido muy notable, tanto en los dvd, en la televisión y en los libros”, volvió a ironizar.
“Es cierto que en estos libros las artes y la cultura no están presentes, supongo que en los dos momentos no estaban alzadas en armas, pero sí me hubiera gustado su inclusión. Pero el temario es muy impresionante: el agua, la historia, el ir y venir de los héroes de la hazaña al cadalso, el pelotón del fusilamiento o la desacralización, la ciencia, la demografía, la política, el trabajo infantil, el cual me pareció realmente magnífico, la literatura, la urbanización, la secularización, las relaciones internacionales.”
Retos y perspectivas
Al hablar de los retos y perspectivas del bicentenario, Monsiváis dijo que también deberán abordarse las expectativas actuales, alrededor de temas como la globalidad, la tecnología genética, la Internet, la rebeldía, el analfabetismo funcional.
“Temas relativos a las mujeres, los grupos indígenas, el 68, los gays y lesbianas, la desigualdad, la lucha entre la ciudad y el campo, entre muchos otros, tienen que estar en la discusión de estos dos siglos”, concluyó el escritor.
En un clima de tolerancia y pluralidad, el rector Juan Ramón de la Fuente reconoció, “en descargo de la Comisión Universitaria”, que dejaron fuera muchos temas en esta primera entrega, entre ellos los relativos a la cultura, la ciencia y las artes, “pero si los hubiéramos incluido hubiéramos tenido cuatro tomos, en lugar de dos, y no hubiera sido capaz de convencer a Enrique Krauze y a Carlos Monsiváis de que los comentaran”, bromeó para cerrar la sesión.