Emotional Arithmetic enfrenta a los franceses con su pasado
San Sebastián, 24 de septiembre. Otra cinta sobre la memoria es Emotional Arithmetic, del francés naturalizado canadiense Paolo Barzman, que trata de recuperar la historia de los centros de detención en Francia, antecámara de los campos de exterminio nazis, que compite en la sección oficial del festival de cine de esta ciudad.
Barzman se apoya en el libro del mismo nombre escrito por Matt Cohen para contar la vida de Jakob Bronsky, quien en 1945 fue llevado a Drancy, uno de esos centros que se crearon en territorio francés para detener a judíos y no judíos antes de trasladarlos a los campos de concentración. Ahí Jakob conoció a dos niños, Christopher y Melanie. Años después, Melanie descubre que Jakob sigue vivo y le pide que se traslade a Canadá para vivir con ella. Jakob llega con Christopher y a partir de ahí se desarrolla lo que sería la premisa de la cinta: enfrentarse a la memoria con honestidad.
“Es verdad que los franceses tienen un problema a la hora de hablar (sobre el apoyo a los nazis durante la guerra), sin embargo, debe llegar el momento en que se sienten y se enfrenten a ciertos momentos de su historia. Creo que en 1995 Chirac reconoció el papel del Estado francés durante la guerra, y hasta ese momento nadie había dicho nada.
“En Drancy, que no era un centro de concentración sino de tránsito, que no es lo mismo, también hubo extranjeros, judíos franceses, franceses que no eran judíos y también personas que habían estado en España como parte de las brigadas internacionales, que habían ido a Francia después de 1936 y fueron detenidos como disidentes políticos. Drancy todavía existe, pero la mayoría de quienes viven ahí no saben lo que pasó, hay memoriales, pero están muy dispersos, nadie los conoce.”
La cinta, protagonizada por Susan Sarandon, Max von Sydow y Gabriel Byrne, refleja cómo, “aunque busques el olvido hay que saber lo que estás olvidando, que dicho sea de paso es una manera de recordar. No puedes y nunca deberías olvidarte de eso, pero hay ciertas cosas que tienes que soltar, porque no puedes pasar toda tu vida con ese museo del horror adentro. Hay cosas que hay que soltar para vivir, pero la memoria forma parte de nuestro presente, quitarla sería como eliminar parte de tu cerebro”, dijo el director en una conferencia de prensa, quien inició su carrera como ayudante de Jean Renoir.