El presidente “quiere enterrar vivo” al ex mandatario preso, responde hija de éste
Niega Alan García maltrato a Fujimori
Lima, 24 de septiembre. El presidente peruano, Alan García, afirmó hoy que el ex mandatario Alberto Fujimori, extraditado el viernes desde Chile, ha sido tratado “con respeto” desde su llegada a Lima, a pesar de que el actual jefe de Estado “pudiera ser el primero en aprovecharse de la situación”.
“No se trata de vejar, de mancillar o de pisotear al enemigo caído”, expresó García, quien debió exiliarse en Colombia y Francia durante el mandato de Fujimori. “Mi casa fue asaltada, fui privado de la nacionalidad durante nueve años”, aseveró el actual mandatario, para aclarar, sin embargo, que “hay que tratar con respeto a todos” y por eso no intervendrá en el juicio a su antiguo adversario político.
La diputada Keiko Fujimori, hija del ex jefe de Estado preso, respondió que, por el contrario, el trato propinado a su padre es “terrible”. “Lo siento, señor presidente García, pero es que usted quiere enterrar vivo al ex presidente Fujimori”, remató.
El tono de Keiko es también el de otros fujimoristas, a pesar de que ayer la única queja que tuvieron sobre el trato al ex presidente era su salud. Si el domingo el abogado del ex mandatario, César Nakasaki, evaluó las condiciones de reclusión de Fujimori de “duras pero aceptables”, hoy señaló que muestran que “no hay respeto a la dignidad de un ex jefe de Estado”.
De acuerdo con la diputada Fujimori, la reacción del gobierno tras la extradición de su padre, acusado de corrupción y de ordenar las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, además de robar la casa de su ex asesor Vladimiro Montesinos, donde supuestamente había evidencia en su contra, “ha malogrado las relaciones cordiales” entre su partido, Alianza por el Futuro, y el oficial Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA).
En respuesta, el jefe de los legisladores apristas, Mauricio Mulder, le reprochó que su pretensión de “convertir sus votos en canje para mejores condiciones carcelarias es un grave error que los pondría del lado autoritario”.