Espera a que se desahoguen los recursos legales
El IFE no tiene contemplados fondos para destruir las boletas
El proyecto de presupuesto del Instituto Federal Electoral (IFE) para 2008 no incluye el arrendamiento de bodegas y gastos colaterales por el almacenamiento de las boletas de 2006, y la Comisión de Organización no tiene prevista su destrucción. En la reunión de ayer hubo pocos avances en esa dirección, y se ha asumido como condición para proceder a la destrucción, el desahogo de todos los recursos legales, dentro y fuera del país.
Por el momento, sólo se hacen cálculos sobre el destino que podría tener el papel reciclado de las boletas y cuya principal opción es la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos. Se calcula que el costo por trasladar los paquetes a Veracruz y procesarlo sería de 5 millones de pesos, lo que implicaría una recuperación potencial de 400 mil pesos.
Ante la incertidumbre sobre el futuro de los integrantes del Consejo General del instituto, se ha postergado la decisión sobre la destrucción de las boletas, prevista en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), cuando ya pasó un año de que formalmente concluyó el proceso electoral.
La decisión parece sustentarse en la necesidad de esperar a que se desahoguen todos los recursos legales, nacionales e internacionales. La Dirección Jurídica del IFE sólo tiene conocimiento de un amparo cuya resolución ha sido atraída por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero no de algún recurso legal interpuesto ante instancias internacionales.
Por otro lado, el proyecto de reglamento para la resolución de quejas genéricas será postergado para su discusión hasta que sean aprobadas las reformas al Cofipe, puesto que algunos aspectos fueron incluidos en las reformas constitucionales que están en proceso de aprobación en los congresos estatales.
El presidente de la Comisión de Reglamentos, Virgilio Andrade, señaló que algunos elementos relacionados con la difusión de propaganda negativa fueron abordados en el texto constitucional. Es por ello previsible que otros aspectos relacionados con las quejas entre los partidos sean abordados en las discusiones de la legislación secundaria.
Andrade reconoció que si bien el IFE ha podido subsanar muchas de las deficiencias jurídicas existentes ejerciendo su facultad reglamentaria, lo óptimo es que estos temas sean recogidos –como ya se hizo en un principio– en la reforma constitucional y posteriormente en la legislación secundaria.
Ante esta situación, las más de 500 quejas que aún no han sido desahogadas y que en su mayoría provienen de las elecciones de 2006, tendrán que ser resueltas con el reglamento actual. En las previsiones del IFE se tenía establecido que con la aprobación del nuevo reglamento se daría un impulso importante para agilizar su resolución en los próximos meses.
Los tiempos de la reforma constitucional en materia electoral y la inminente discusión sobre los cambios en la legislación secundaria han modificado el escenario, detenido la aprobación del reglamento y postergado la resolución de quejas.