Usted está aquí: sábado 22 de septiembre de 2007 Espectáculos El cine es cultura y el gobierno tiene que subsidiarlo: Enrique Begné

Estrena con 40 copias Dos abrazos, premiada en el pasado Festival de Cine de Tribeca

El cine es cultura y el gobierno tiene que subsidiarlo: Enrique Begné

Juan José Olivares

Como casi todos los proyectos de cine nacional, Dos abrazos –que ayer se estrenó con 40 copias–, cinta que le dio a Enrique Begné el premio como mejor nuevo cineasta en la pasada edición del Festival de Cine de Tribeca, en Nueva York, tuvo dificultades para conseguir apoyos para su producción.

En parte, dijo Begné “por el menosprecio hacia el público mexicano. Ojalá le vaya bien a la película por el bien de nuestro cine. Pretendemos conmover a la audiencia y si lo logramos, le irá bien en taquilla”.

Ahora “con la reforma fiscal no sabemos qué pasará con el artículo 226 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta (ISR), el cual señala que personas físicas o morales pueden destinar hasta 10 por ciento de ese impuesto a la producción de películas. Esperemos que le quede claro al gobierno de este país que el cine es cultura y tienen que subsidiarlo”, afirmó el realizador, quien junto con parte del elenco (entre ellos Maya Zapata, Jorge Zárate, Ximena Sariñana y Giovanni Florido), presentó su trabajo en la Cineteca Nacional.

Cuando la gente se siente abandonada, o en un lugar al que no pertenece es el leit motiv de la guionista Paula Marcovitch (autora de Sin remitente, dirigida por Carlos Carrera) y del director Begné. “Es el eje central de esta historia”, que “aunque parezca muy lúgubre, tiene un final muy esperanzador, inclusive cursi”, intervino la actriz Ximena Sariñana.

Para el realizador, es una historia de reconciliación, “no es un retrato obsesivo de la soledad ni de la tristeza. Son dos historias que parten de un abrazo, finalmente es un díptico y en cuanto a la estructura dramática, la primera es la historia de un adolescente que busca la posibilidad de tener afecto fuera de todo lo que le rodea y la otra, es la de un tipo que por medio del cobijo incidental que le ofrece a una mujer, encuentra la razón para conectarse con su vida, la que había abandonado”.

Con tonos oscuros y desenfoques, entre otros recursos, Dos abrazos, distribuida por Artecinema, narra historias simples, comunes a los habitantes de una megaurbe desmembrada como la ciudad de México.

“No hay problemas de soledad y comunicación en la trama –aunque eso sí exista en la sociedad mexicana, que vive en la hipocresía y simulación–, pero lo que a mí me convenció de la historia es que la guionista y el director sugieren la posibilidad de que el problema de comunicación es fácil de romper con el encuentro y contacto de otras personas, con el contacto físico, por medio de un abrazo”, comenta Jorge Zárate.

El afecto no basta para vivir

Enrique Begné comenta en la nota de producción de Dos abrazos: “hace quince años, haciendo un documental en la escuela de cine con mi amigo Jorge Aguilera, entrevisté a un personaje muy cercano acerca de la muerte. Era un cuate profundamente deprimido y me dijo que el afecto no era razón suficiente para seguir viviendo; esa frase me quedó rondando en la cabeza todo este tiempo”.

Encasillan al cine mexicano

Begné dijo que en años recientes se ha encasillado al cine mexicano, “no importa si es comedia, de terror o de amor, la gente dice: ‘la mexicana’. Esto debido a que las dejan poco tiempo en cartelera, cuando sale una entra otra”.

Por su lado, la actriz Ximena Sariñana aseguró que “el cine nacional se ha vuelto plural. Ahora se hacen cosas más abiertas. Hay cintas para todo tipo de personas”.

 
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