Culmina dos años de labores en La Habana el embajador mexicano José Ignacio Piña
México y Cuba trabajan para “un nuevo entendimiento”
La Habana, 14 de septiembre. México y Cuba trabajan para “sentar las bases de un nuevo entendimiento, a partir de compromisos sólidos y duraderos”, dijo hoy el saliente embajador mexicano, José Ignacio Piña.
“Estamos trabajando de manera muy seria, cuidadosa, para generar certidumbre y confianza, para rescatar la credibilidad”, añadió el diplomático, en respuesta a preguntas de la prensa.
Piña cumplió este viernes exactamente dos años de gestión. Cuando llegó a La Habana, las relaciones bilaterales estaban congeladas, después de pasar por la peor crisis de la historia. Al concluir su misión, ambos gobiernos ofrecen señales de interés por reconstruir los vínculos.
El embajador mexicano se despidió oficialmente el pasado miércoles del canciller Felipe Pérez Roque, en una reunión de unos 45 minutos.
La entrevista fue “muy cálida, muy afectuosa”, dijo Piña. “Estamos en un nuevo proceso de relaciones, en el inicio de un diálogo respetuoso, constructivo y amistoso”, señaló, al describir el ambiente político bilateral, en el que parece predominar una disposición a cerrar la etapa de conflicto y abrir una nueva. Sobre la mesa está una agenda bilateral acumulada, que incluye en sus primeros capítulos la deuda cubana con el Banco Nacional de Comercio Exterior de México, de 554.9 millones de dólares y su litigio de cuatro años, la creciente emigración ilegal de cubanos que pasa por territorio mexicano y la forma en que ambos gobiernos enfocarán la cuestión de los derechos humanos.
Pero, según fuentes de ambas partes, ha ganado terreno la idea de que, más allá de los asuntos particulares, el punto principal es la recuperación del diálogo político, el respeto y la confianza, con base en pasos concretos, que requieren una inversión de atención y tiempo y el reconocimiento de diferencias.
“Ambos países tenemos convicciones que tenemos que seguir trabajando en todos los ámbitos, políticos, económicos, culturales o comerciales”, señaló Piña.
Indicó que su tarea, como la de su colega cubano en México, Jorge Bolaños, también recién concluida, “contribuyeron a que el clima entre los dos países sea mucho más favorable y que genere expectativas. Me voy satisfecho de haber podido contribuir a que esa relación siga estrechándose”.
En forma excepcional, el relevo de embajadores en ambos países ocurrió esta vez simultáneamente: el nuevo jefe de la misión cubana en México, Manuel Aguilera, presentó en la víspera sus cartas credenciales al presidente Felipe Calderón, mientras el futuro representante mexicano en La Habana, Gabriel Jiménez Remus, es esperado aquí a finales de la próxima semana.
Acompañado por el historiador de la ciudad, Eusebio Leal, el embajador Piña encabezó hoy las ofrendas florales a los héroes de ambos países, para conmemorar el inicio de la Guerra de Independencia mexicana.
La gobernadora de Zacatecas, Amalia García, llegó el viernes a La Habana en una visita relámpago, para unirse a una parte de las Jornadas Culturales Mexicanas que se celebran aquí en septiembre y que esta vez están dedicadas a esa entidad.
García se entrevistó con el presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular (gobernador) de la ciudad de La Habana, Juan Contino y asistió a la apertura de la muestra colectiva Viva la vida: Frida, con obras del Salón de la Plástica Mexicana, dedicada a Frida Kahlo.