Muy grave el hostigamiento a los Reyes Maldonado y Cruz Sánchez, denuncia Limeddh
Temen ONG por la vida de familiares de los dos eperristas desaparecidos
Familiares de los dos eperristas desaparecidos denunciaron que han sido víctimas de “hostigamiento” por personal del Estado, por lo que la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) y otros organismos civiles emitieron una acción urgente ante el temor por la seguridad física y sicológica de las familias Reyes Maldonado y Cruz Sánchez.
El pasado 25 de mayo, Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Cruz Sánchez, integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), desaparecieron en Oaxaca –acción de la que se acusa al gobierno federal–, sin que hasta el momento se sepa su paradero, por lo que sus familiares emprendieron diversas acciones para conseguir su aparición y presentación con vida.
En entrevista, Margarita Cruz, hermana de Gabriel, relató que en dos ocasiones sujetos que se identificaron como personal de la Procuraduría General de la República (PGR) acudieron a su lugar de trabajo preguntando por ella y por sus hermanos, aunque, como no los encontraron, “amenazaron con regresar”.
El 28 de agosto de 2007, trabajadores de la PGR, que se identificaron como Irineo Castellanos Jiménez e Ignacio Bautista Sebastián, acudieron a la oficina de uno de los hermanos de Gabriel Cruz y le dijeron que investigaban su relación con el EPR, así como la de sus hermanas Margarita y Patricia con esa organización. El denunciante –quien prefiere no identificarse por temor a perder su empleo– relató que los empleados gubernamentales le cuestionaron si conocía a Gabriel Alberto y Tiburcio (líder del EPR según los órganos de inteligencia de Estado), a lo que el interrogado contestó que eran sus hermanos, pero que tenía mucho tiempo sin verlos.
El interrogatorio se hizo en tono “acusador”, identificando al increpado como parte de una célula del EPR, la cual se estaba organizado para liberar a Gabriel, lo cual “es una calumnia”, expresó Margarita.
El 10 de septiembre pasado, los mismos personajes de la PGR acudieron al consultorio que Margarita y Patricia tienen en Oaxaca, adonde entraron “gritando” y preguntando por ellas. “Se trata de una intimidación: claro que da miedo, pero nosotros seguiremos luchando por la presentación con vida de mi hermano, que es un derecho moral, y continuaremos con nuestra vida.”
Negó que el resto de su familia tenga nexos con la organización insurgente, y dijo que desconocían la relación de sus hermanos con ésta, además que tiene más de 30 años sin tener contacto físico con ellos, por lo que exigió a las autoridades “dejen de hostigarnos y que mejor pongan más atención en las indagatorias para la aparición de mi hermano y del señor Reyes Amaya”.
Indicó Margarita que, independientemente de si sus hermanos han cometido delitos, Gabriel no tiene por qué permanecer desaparecido, por lo que responsabilizó al gobierno de Felipe Calderón de la integridad física y sicológica de su familia. “Mi único delito es que estoy buscando a mi hermano: nosotros no tenemos que ver con el EPR.”
En el caso de la familia de Reyes Amaya, el pasado jueves dos hombres acudieron a la tienda en la que trabaja Lucina Maldonado Castellanos, esposa del eperrista, a quien le tomaron fotografías con un teléfono celular; cuando la mujer les reclamó, los sujetos simplemente se marcharon, denunció Nadín Reyes, hija de esta familia.
La mujer afirmó que en otras ocasiones ya había visto cerca de ella a ese par de hombres, pero que no se había preocupado. Nadín denunció que también a ella la han seguido sujetos extraños tanto en la ciudad de México, como durante sus visitas a Oaxaca como parte de las acciones que efectúa para que su padre aparezca.
Ante estas acciones, la joven mostró su preocupación por la salud de su madre, debido a que padece de crisis nerviosas desde hace algunos años. Al igual que Margarita, responsabilizó al Estado de cualquier cosa que pudiera ocurrirle a su familia y agregó que en lugar de “estarnos hostigando a nosotros deberían investigar dónde están nuestros desaparecidos, porque nuestra lucha es legal y pacífica”.