El material, conocido como C-4, según fuentes oficiales
Los explosivos, similares a los usados en anteriores atentados
Los materiales utilizados en los ataques a ductos petroleros en Veracruz y Tlaxcala contenían la misma sustancia que el explosivo plástico conocido como C-4, revelaron fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR).
Asimismo, según reportes del gobierno federal, en el Hotel El Árbol, en Oaxaca, no se realizó ningún operativo policiaco o militar en mayo pasado, por lo que se considera que los eperristas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Cruz Sánchez ni estuvieron en ese lugar ni fueron, como lo ha señalado el Ejército Popular Revolucionario (EPR), detenidos por autoridad alguna.
De acuerdo con información obtenida en la PGR, los primeros peritajes indican que los materiales que se emplearon para afectar los ductos de Pemex, el pasado lunes 10 de agosto, tienen similitudes con los artefactos que estallaron en instalaciones petroleras de Guanajuato y Querétaro, en julio pasado, pero además se utilizó otro componente similar al C-4, aunque en pequeñas cantidades.
Según las fuentes consultadas, la cantidad de este explosivo plástico considerado de alto riesgo fue mínima, “lo suficiente para provocar un boquete, y lo demás fue obra de la presión que sobre estos materiales ejerce la presión de los fluidos”.
En este nuevo ataque del EPR se habrían utilizado materiales conocidos como Anfo, Semtex y C-4, a los cuales se les agregó un reloj para determinar la hora en que debían estallar, y cuya pila actuara como detonador de las explosiones.
Según los reportes de la PGR, los materiales utilizados no son difíciles de conseguir, ya que en México se utilizan para actividades de minería o acciones de demolición.
Hasta el momento, la Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas, dependiente de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en delincuencia organizada (SIEDO), no cuenta con mayores elementos para determinar quiénes fueron los responsables; sin embargo, los funcionarios consultados refirieron que se han encontrado pistas que podrían llevar a la identificación de los responsables.
Asimismo, funcionarios federales mencionaron que además de la búsqueda de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Cruz Sánchez, en todas las prisiones locales y federales, así como la revisión de los registros de detenidos en el ámbito federal, no han arrojado pruebas de su aprehensión.
Las fuentes refirieron que “su supuesta detención puede ser en realidad un pretexto para que el EPR realice acciones que provoquen pánico y desestabilización, ya que en el gabinete de seguridad no se considera que sus acciones sean reivindicatorias de cuestiones sociales o políticas”.