Critican iniciativa para retirar apoyos oficiales al campo
La Central Campesina Independiente (CCI) denunció que el gobierno federal propuso en su proyecto de presupuesto para 2008 la desaparición de 14 programas destinados al agro, lo que significaría dejar de canalizar 11 mil 656 millones de pesos al sector y acabar con esquemas como Opciones Productivas, así como el de telefonía rural y el de modernización del catastro agrario.
Rafael Galindo Jaime, secretario general de la CCI, dijo que otros programas que están por desaparecer son Capacitación Empresarial, Fondo de Adeudos con la CFE, Fondo para Adquisición de Fertilizantes, Promoción a las Exportaciones, Participación en Ferias Nacionales e Internacionales y Rastros TIF.
Sin embargo, la liquidación de dichos programas afecta a los campesinos de menores recursos; en cambio, otros esquemas, que en su mayoría llegan a agricultores privados –como Alianza para el Campo, Ley de Capitalización y Diesel Agropecuario– tendrán aumento el presupuesto, lo cual es absolutamente inequitativo, aseveró Galindo.
Sostuvo que deberían ser fortalecidos los programas de apoyo, en lugar de reducirlos o desaparecerlos.
Puso de ejemplo el programa Opciones Productivas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), que ataca la pobreza por la vía de crear empleos en regiones y microrregiones marginadas, sin caer en el “asistencialismo”.
Agregó que el presupuesto del programa de vivienda rural de Sedeso, que debería contar con más recursos, se reduce más de 30 por ciento, lo cual significa 327 millones de pesos menos, cuando tiene gran demanda.
Es lamentable, abundó, que se quiten recursos a programas de la Secretaría de la Reforma Agraria, como al de la mujer en el sector agrario, al cual se restarán, según el proyecto, 22.9 millones de pesos, o al de Conflictos Agrarios, al que se rebajan más de 13 millones de pesos.
Para Galindo Jaime es inadmisible que se vaya a afectar gran parte de la estructura de apoyos y programas para el agro, dado que en México hay 27 millones de campesinos, de los cuales sólo 3.5 millones tienen tierra, pero todos requieren de una alternativa de trabajo, por lo que “al retirarse este fomento productivo necesariamente aumentará el número de pobres”.
Además se tienen previstos nuevos programas gubernamentales, pero estarán encaminados a apoyar más las estructuras de las dependencias que las necesidades del campo, concluyó.