Miembros de la banda del músico protagonizaron una pelea en ese sitio de Buenos Aires
Enfurece a Charly García cancelación de show y trata de derribar a golpes la puerta del local
El roquero promueve su más reciente disco Kill Gil irónica alusión a la cinta de Tarantino
Buenos Aires, 12 de septiembre. El legendario roquero argentino Charly García volvió a ser noticia en la crónica policial por intentar derribar a puntapiés la puerta de un local nocturno de Buenos Aires, tras enterarse que habían suspendido su show, según mostraron imágenes de la televisión.
El incidente ocurrió la noche del martes, un día después de registrarse una gresca entre músicos de su banda y personal de seguridad del local, pelea de la cual el excéntrico García también salió lastimado.
El autor del éxito de los años 80 Demoliendo hoteles había llegado en una limusina negra la noche del martes al local La Trastienda, en el barrio porteño de San Telmo, y comenzó a dar de golpes la puerta metálica cerrada ante varias cámaras de televisión que aguardaban su llegada.
Los organizadores habían cancelado la función a raíz de la pelea de la noche anterior.
Charly, de 56 años, debía dar el martes el último de una serie de conciertos de presentación de su más reciente disco, Kill Gil (maten al tonto, en una mezcla de inglés y jerga rioplatense), en irónica alusión a la película Kill Bill, del cineasta estadunidense Quentin Tarantino.
“Encima de que me pegan me suspenden el show”, se quejó furioso el músico, cuando un grupo de sus seguidores le informó que el concierto había sido cancelado.
El artista apareció con el rostro pintado de azul y rojo y visiblemente hinchado por los golpes que dijo haber recibido la noche anterior del personal de seguridad de La Trastienda, aunque aclaró que no pensaba denunciar la supuesta agresión.
Me pegan porque tengo talento, dice
“Me pegan porque tengo talento. Le digo a mi ejército que rompa todo. A este lugar, loco, lo tienen que demoler”, gritó Charly antes de ofrecer una botella de champaña a sus fanáticos y abandonar el lugar en el lujoso vehículo, en el que estaba una mujer vestida con atuendos tradicionales de la religión musulmana.
En la serie de conciertos que Charly presentó en las pasadas semanas bajo la consigna “Olvidate del rock nacional”, una enigmática mujer con velos aparecía junto a él en el escenario.
La mujer escribía en ese momento con pintura en aerosol en una placa de acrílico la frase “Y nadie es feliz”.
El primer incidente en que se vio envuelto el talentoso músico se desató la noche del lunes, cuando comenzó su concierto cuatro horas más tarde de lo previsto y luego pretendió extenderlo hasta la noche del martes, lo que fue impedido por los organizadores.
“Voy a seguir tocando toda la noche. Voy a tocar 24 horas. Voy a hacer historia”, había desafiado Charly, antes de enfrascarse en una pelea que involucró a sus músicos y a los empleados del local, de la que García salió lastimado de la boca y la nariz.
El ex líder de legendarias bandas como Sui Generis y Serú Giran se ha hecho tan famoso por su talento musical como por haber protagonizado numerosos escándalos en su extensa carrera, entre ellos incidentes con periodistas, peleas y destrucción de instrumentos en el escenario.
Una de sus hazañas mediáticas más difundidas fue tirarse con escasa ropa desde un noveno piso de un hotel a una alberca en la provincia argentina de Mendoza, mientras la figura de un delgadísimo Charly en caída era filmada por la televisión.