Michel Wieviorka dictó conferencia en la UNAM
Sólo en democracia las ciencias sociales pueden desarrollarse
El desarrollo de las ciencias sociales sólo es posible en democracia, afirmó el director del Centro de Análisis y de Intervención Sociológica de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, Michel Wieviorka, durante una conferencia magistral realizada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Si bien ambas cuestiones no están vinculadas por una ley absoluta, existe una fuerte conexión entre ellas, pues en una dictadura –política o económica– hay poco espacio para la acción de las ciencias sociales, dijo.
En su ponencia Las ciencias sociales de frente al siglo XXI, el especialista habló sobre los cambios en este campo del conocimiento desde la década de los 60 hasta hoy día. Aseguró que los instrumentos y las orientaciones teóricas en los pasados 50 años se modificaron y se inició una recomposición, con nuevos paradigmas, ideas y maneras de ser de los investigadores, debido a que todo ha cambiado, en especial la manera de pensar y, en consecuencia, las sociedades.
Explicó que de los años 50 a los 70 las ciencias sociales se caracterizaban en primer lugar por el marco de trabajo de los pensadores que era intelectualmente westfaliano, un término que se refiere a la ciudad donde se firmó un tratado en 1648 que organizaba Europa –entonces el mundo– en términos de Estado-nación.
En cuanto al compromiso del investigador sólo había dos posibilidades: ser un intelectual crítico o un profesional, en el sentido estadunidense. El primero era una persona comprometida en la vida pública, lo esencial no era la producción de conocimiento, sino comprometerse. El segundo, detalló, era un individuo que discutía únicamente con sus colegas y participaba sólo en la vida académica de su disciplina.
Asimismo, en aquellas décadas, dos conflictos en el pensamiento social resultaban relevantes: “el planetario”, es decir, la guerra fría, las luchas anticolonialistas o los movimientos de liberación nacional, y “las sociedades industriales”, que se traducía en la confrontación entre el movimiento obrero y los patrones.