Los hechos ocurrieron frente a la estación Viveros del Metro

Mueren por intoxicación 4 empleados que laboraban en obra hidráulica

Montan extenso dispositivo de seguridad ante el riesgo de una conflagración

Mirna Servín Vega

Una cadena humana de ayuda terminó en la muerte de todos sus eslabones, cuando cuatro trabajadores fallecieron intoxicados mientras realizaban obras hidráulicas sobre avenida Universidad, justo enfrente de la estación Viveros del Metro.

Los empleados de la empresa privada Aguas de México trabajaban en el cambio de tubería de agua potable desde hace más de un mes, pero ayer en la tarde sufrieron un primer incidente durante las maniobras para abrir la válvula que permitía el paso del agua.

Con base en los testimonios recabados en el lugar, uno de los trabajadores entró a un hoyo de alrededor de cuatro metros de profundidad para girar la manivela de abasto de agua.

Al hacer esta maniobra, salió gas acumulado en las tuberías y el hombre perdió el conocimiento en el lugar.

El responsable de la obra, el ingeniero Abraham Nuño, se percató de lo sucedido y se introdujo en el lugar para tratar de auxiliarlo. No obstante, no sabía que la cavidad estaba inundada de gas y el también se desvaneció.

Ante la premura por rescatar ahora dos cuerpos en el fondo del orificio, se introdujo un trabajador más, quien corrió la misma suerte.

Desesperados, otros trabajadores no sabían lo que ocurría adentro y un cuarto hombre bajó a auxiliar a sus compañeros. Todos quedaron muertos en el lugar.

Las otras tres víctimas fueron identificadas como Juan Nolasco, José Joel Alfaro y Lucio Pérez.

El reporte sobre lo sucedido fue recibido por las autoridades alrededor de las tres de la tarde, momento en el que empezaron acordonar la zona y el tráfico se vio seriamente afectado, ya que las obras de reparación de drenaje estaban sobre plena avenida.

Para el rescate acudieron elementos del cuerpo de bomberos, quienes debido a la conglomeración de gases, se turnaban para bajar por periodos muy pequeños, por lo que el último cuerpo fue sacado cerca de las seis de la tarde. Aun con todas las precauciones, los bomberos que descendieron tenían que recibir atención médica y oxígeno inmediatamente después de regresar a la superficie.

Uno de los peritos de la procuraduría capitalina que estaba en el lugar comunicó a las autoridades ministeriales, que llegaron a tomar fe de los hechos, que se trataba del gas hidrógeno sulfurado. Las primeras versiones apuntaban hacia la acumulación de gases en el subsuelo.

Asimismo, elementos de Protección Civil solicitaban a todo aquel que ingresaba al cerco, apagar su teléfono celular, ya que existía el riesgo de que una chispa pudiera ocasionar una conflagración.

Incluso, los comerciantes informales que se encontraban del lado opuesto de la avenida tuvieron que apagar sus estufas y quemadores y cualquier fuente que pudiera provocar un incendio.

Los trabajadores que vieron fallecer a sus compañeros estaban consternados. Sin embargo, varios de ellos fueron llevados a la agencias del Ministerio Público para declarar sobre lo sucedido.

Al lugar acudió Roberto Pérez, fiscal en Alvaro Obregón, quien informó que las investigaciones se realizarían en la coordinación territorial 4 de esa demarcación.

Por la noche, el secretario de Protección Civil, Elías Moreno Brizuela, dijo que el gobierno capitalino dará todo el apoyo jurídico a los familiares de los cuatro trabajadores que fallecieron.