Al menos tres células del EPR son responsables de explosiones: fuentes de inteligencia
Investigan “vínculo” de eperristas con integrantes del sindicato petrolero
Preparan estrategia para, “en un plazo breve”, atacar las estructuras del grupo armado
Órganos de inteligencia del gobierno federal estiman que al menos tres células del Ejército Popular Revolucionario (EPR), de “alta movilidad”, fueron responsables de las explosiones en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Veracruz y Tlaxcala, e informaron que también se investiga una presunta colaboración de empleados de la paraestatal con el grupo armado, revelaron fuentes de alto nivel.
De acuerdo con la información obtenida, las secretarías de Marina, Gobernación (mediante el Centro de Investigación y Seguridad Nacional), Defensa Nacional y de Seguridad Pública Federal, así como la Procuraduría General de la República (con los recursos del Centro Nacional de Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia) trabajarán de manera coordinada en la recolección de información y análisis para que, en un “plazo breve”, se ataque a las estructuras del EPR.
En la Secretaría de Gobernación se dio por válida la carta del EPR en la que se adjudica la autoría de las explosiones en gasoductos de Veracruz.
Tras diversas reuniones entre el titular de la dependencia, Francisco Ramírez Acuña, con otros integrantes del Gabinete de Seguridad, se fijó la estrategia de dar prioridad a la captura de los presuntos responsables.
“El objetivo es profundizar en las investigaciones y dar con los responsables a como dé lugar. La orden del jefe del Ejecutivo es muy clara: hacer lo necesario para que el país esté en paz y en orden, pero sobre todo dar con los responsables de las explosiones, llueva, truene o relampaguee”, señalaron fuentes consultadas.
Según los funcionarios, que participan en el Gabinete de Seguridad, parte de los análisis ya realizados estiman que entre dos y tres células con alta movilidad, integradas por entre ocho y 10 personas, comenzaron la instalación de explosivos en los ductos de Pemex hace por lo menos cinco días.
Asimismo, indicaron que hasta el momento se presume que los explosivos utilizados en los ataques del lunes son similares a los empleados en julio pasado, cuando ocurrieron explosiones en instalaciones de Pemex en Guanajuato y Querétaro.
En ese sentido, la Procuraduría General de la República inició la recolección de muestras de los explosivos utilizados y podría ser el próximo viernes cuando se tenga información certera respecto del tipo de ese material.
Sin embargo, hasta el momento se considera que en los ataques del lunes el EPR utilizó nuevamente una mezcla de Anfo, explosivo compuesto por nitrato de amonio y combustible que utiliza como agente el aluminio, el cual se emplea mucho en la minería, y con Semtex, explosivo plástico fabricado en la República Checa.
Infiltración en la paraestatal
En tanto, una vez que el EPR reivindicó la autoría de las explosiones en gasoductos de Pemex, los órganos de inteligencia de las fuerzas armadas investigan la posible colaboración de integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) con los eperristas.
Fuentes castrenses confirmaron lo anterior, y agregaron que las circunstancias de las explosiones y el hecho de que tuvieron lugar en instalaciones estratégicas permiten suponer que los integrantes del EPR obtienen información de acceso restringido de la paraestatal.
Los informantes adelantaron que este miércoles podría llevarse a cabo una reunión del Gabinete de Seguridad con el presidente Felipe Calderón –quien arribará a la ciudad de México la tarde de mañana–, para que conozca los reportes de la investigación de estos hechos.
En ese contexto, la milicia tenía la certeza de que las explosiones habían sido obra del EPR antes de que ese grupo hiciera público el comunicado en el que afirma que unidades pertenecientes a su ejército colocaron 12 cargas explosivas en igual número de ductos de Pemex en los municipios de Antigua, Ursulo Galván, Olmeaca, Mendoza y Cumbres de Maltrata, en Veracruz, y Cuapixtla, Tlaxcala, además de una carga en el oleoducto de Nuevo Tepa-Cadereyta (la Antigua) que no se activó, y que la explosión fue de manera simultánea, para exigir la presentación “con vida y libertad” de sus compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, “desaparecidos el 25 de mayo pasado por fuerzas federales”.
Así, y debido a que se usó “el mismo patrón” de lo sucedido en julio pasado en Guanajuato y Querétaro, inteligencia militar e inteligencia naval alertaron al gobierno federal sobre la posible participación de integrantes del STPRM en los hechos.
La razón es que las explosiones ocurrieron en lugares estratégicos y que sabían con premeditación el daño económico que iban a causarle a la paraestatal. Sin embargo, hasta la fecha los órganos de inteligencia de las fuerzas armadas no han podido establecer la existencia de un vínculo con esas características.
Mayor seguridad
Mientras las investigaciones continúan, Pemex reforzó las medidas de seguridad en la refinería de Ciudad Madero, luego de los atentados en Veracruz y Tlaxcala. Elementos de la Secretaría de Marina y el Ejército realizan una vigilancia más intensa.
Al respecto, Faruc Fayad Zelletk, vocero de la paraestatal en Tampico, indicó que también la vigilancia se extendió a los ductos donde se advierten riesgos de algún atentado, y por ese motivo destacó que la producción de la refinería es estable.
Explicó que la refinería Francisco I. Madero no atenderá la demanda de otros estados, como Veracruz, porque las afectaciones en esa entidad fueron a instalaciones dedicadas a la producción de gas natural, y en el caso de Madero se producen gasolinas Magna y Premium, así como diesel, asfalto, turbosina y azufre.
Por otra parte, el secretario de Gobierno de Querétaro, Alfredo Botello Montes, reveló que el gobierno federal solicitó a las autoridades de esta entidad información sobre la presencia de miembros del EPR en su territorio, con la finalidad de prevenir nuevas acciones de este grupo.