El proyecto se evaluará para constatar si es viable, dice el delegado Héctor Guijosa

Planean tres pasos a desnivel y un puente para desahogar tráfico en M. Contreras

Una vialidad mediría 6.4 km y cruzaría por encima de la barranca Anzaldo, señala

Rocío González Alvarado

Distancias que en condiciones normales se recorren en automóvil en 15 minutos, en Magdalena Contreras lleva entre 45 minutos y una hora, cuando la mitad de los 220 mil habitantes de esta demarcación buscan salir hacia Periférico, como resultado de la mala planeación de las vialidades y el crecimiento poblacional.

Ante ello, el gobierno delegacional tiene proyectado realizar en el corto plazo tres pasos a desnivel, el más importante de ellos conectaría con el segundo piso, y en el largo plazo, un puente elevado de 6.4 kilómetros de longitud, en tres diferentes etapas, que cruzaría por encima de la barranca Anzaldo.

El titular de la demarcación, Héctor Guijosa, aclaró que este proyecto será sometido para su evaluación ante la Universidad Nacional Autónoma de México y la Secretaría de Medio Ambiente local para constatar su viabilidad, tras recordar que la última inversión que se realizó en esta delegación en materia vial fue hace 25 años con la construcción de la avenida Luis Cabrera.

Caracterizada por ser una delegación semirural, Magdalena Contreras, agregó, está delineada históricamente por veredas o caminos reales, que resultaron insuficientes para desahogar el flujo vehicular que se generó con el crecimiento poblacional, y aunque se han trazado nuevas vialidades, a excepción de Luis Cabrera, que es ejemplar, el resto se determinó según la disposición de los terrenos y la voluntad de las autoridades en turno.

De hecho, en la actualidad una de las principales demandas de sus habitantes, más allá, inclusive, de la seguridad pública, es la de mejorar las vialidades, aseguró el jefe delegacional, quien detalló que se han identificado 13 puntos de conflicto vial que afectan a 12 colonias.

Uno de los más críticos corresponde a las intersecciones que dan hacia el pueblo de San Bernabé, generado por el estacionamiento inadecuado de vehículos en ambos lados de las aceras, las paradas continúas del transporte público y la proliferación de puestos de vendedores ambulantes.

Una situación similar se vive en la esquina de las avenidas Ojo de Agua y San Jerónimo, cuyo cruce en horas pico requiere de por lo menos 45 minutos, refirió Héctor Guijosa, tras señalar que con la edificación del segundo piso se logró desahogar el tráfico de sur a norte, a la altura de San Jerónimo, pero en sentido contrario, se mantiene un “cuello de botella”, que se busca disolver con la construcción de uno de los tres pasos a desnivel que se tienen contemplados en el plan integral de vialidades para Magdalena Contreras.

En entrevista, precisó que el primero de ellos conectaría las avenidas Luis Cabrera y Contreras, para entroncar hacia Periférico, que se complementaría con los otros dos a ubicarse en las calles de Rosales y La Cruz, que en su conjunto requieren de una inversión de 40 millones de pesos, que están siendo gestionados con la Secretaría de Finanzas.

Sin embargo, subrayó que se requiere de un proyecto de mayor alcance para resolver esta problemática, por lo que se propone la construcción de una vialidad elevada sobre la barranca Anzaldo, que partiría desde Luis Cabrera y San Jerónimo, programada en tres etapas, que beneficiaría a cerca de 150 mil habitantes, es decir, 60 por ciento de la población de la demarcación.

Admitió que, sin duda, será un tema polémico, pero “como autoridad tenemos que plantear alternativas, porque actualmente las cuatro o cinco vialidades principales se encuentran saturadas, y no hay manera de hacer adecuaciones a las mismas”, apuntó.

Explicó que no se trata de un proyecto aislado, sino de todo un plan integral para mejorar la circulación vial, en el cual se tiene contempladas una serie de acciones, entre las cuales se encuentran poner en orden el comercio ambulante y las rutas del transporte público, la construcción de por lo menos cuatro estacionamientos y dos corralones, porque en la actualidad los vehículos son remolcados hasta Alvaro Obregón o Iztapalapa.