Comienza a bajar el nivel de los ríos Pánuco y Tempoal; poblados convertidos en lodazales

Damnificados de Tamaulipas, sin ayuda de las autoridades

A falta de cobijas, algunos usan periódicos

Funcionarios descansaron el fin de semana

Martín Sánchez Treviño (Corresponsal)

Tampico, Tamps., 9 de septiembre. A una semana de la crecida del río Tamesí, el agua no baja en las colonias El Sauce (donde tres adolescentes murieron ahogados), Moscú, Mano con Mano y Pescadores. La gente se transporta en lanchas, las cobijas y otros enseres prometidos no han llegado y los damnificados envuelven a sus bebés con periódicos.

Pescadores, policías rurales y marinos se encargan de la vigilancia nocturna.

En la colonia Moscú se instaló un muelle de donde salen lanchas a las casas anegadas. Una familia lleva de una barquilla a una camioneta un televisor, dos colchones y una estufa a medio desarmar. El pequeño muelle se satura porque un grupo de periodistas pretende recorrer la zona.

La lluvia arrecia. Hay inquietud, a pesar de que la Dirección Estatal de Protección Civil anunció que el nivel de los ríos descendería este domingo.

Ocho damnificados caminan por la calle. Al frente va un hombre con un envoltorio de periódicos hacia una lancha. Entre el papel asuma el rostro de un niño de unos tres años.

Se trata de una familia que salió por provisiones y regresa a su vivienda inundada.

Suben a la barcaza, que se pierde en las calles de la colonia Vicente Guerrero.

Mientras, funcionarios de los gobiernos estatal y municipal se tomaron el fin de semana.

Según Eduardo Zamorano, subdirector de Protección Civil en el puerto de Tampico, aquí todo está bien; lo peor ya sucedió. “Se suspendió una gira por las colonias afectadas. Se descompuso mi camioneta y ando buscando a un mecánico”, dijo.

Antes de irse informó que el nivel del río Tamesí había bajado 63 centímetros y el del Pánuco 32 centímetros; sin embargo, el nivel de la laguna El Chairel aumentó 1.70 metros el domingo pasado y se espera que suba 25 centímetros más. Elementos de la Armada preparan más costales con arena.

Un kínder ofrece posada. Las clases están suspendidas por la inundación. En los salones de la planta, los vecinos guardan algunas pertenencias, sobre todo documentos, explica Marcelina Malpica, encargada del lugar. Hoy habrá bistec ranchero para 16 refugiados, entre ellos seis niños.

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Perdida, 50% de la caña sembrada en El Higo

Encuentran en Hidalgo el cuerpo de un joven

Andrés T. Morales Corresponsal

El Higo, Ver., 9 de septiembre. La etapa más grave de las inundaciones causadas por las lluvias de la semana pasada aparentemente quedó superada. Los niveles de los ríos Pánuco y Tempoal, que durante varios días cercaron este poblado, comenzaron a descender. Sin embargo, calles, viviendas y sembradíos están llenos de lodo pestilente.

En El Higo, donde confluyen afluentes del Pánuco, Las aguas desbordadas se extendieron más de diez kilómetros, dejaron sumergida la mitad del territorio municipal e incomunicaron 31 poblados, además de que devastaron la mitad de los sembradíos de caña de azúcar, maíz y hortalizas.

La caña es un motor de la economía local, ya que es la materia prima del ingenio Zucarmex. El ayuntamiento calcula que se perdieron 7 mil 500 hectáreas de cañaverales, “50 por ciento de la superficie sembrada en El Higo, y más de mil hectáreas de maíz están bajo el agua”, dijo el regidor Jorge García.

En comunidades como El Pueblito, casas y terrenos de cultivo quedaron tres metros bajo el agua. Aquí aún esperan los apoyos anunciados por los gobiernos estatal y federal tras el paso del huracán Stan, en 2005.

En la cabecera municipal, el Pánuco invadió la zona poblada, desapareció casas y una calle completa. Al bajar las aguas, el sitio se convirtió en un barranco de más de 20 metros de profundidad, que amenaza con arrastrar otra parte del caserío.

Mil 400 personas permanecen en albergues.

La Conagua informó que para la tarde del lunes la corriente del río Pánuco y sus cuatro tributarios (Guayalejo-Tamesí, Moctezuma, Tempoal y Tampaón) comenzará a descender.

Mientras, en Xochiatipan, Hidalgo, se reportó el hallazgo de un cadáver en el río La Puerta, comunidad de Texolo. Eugenia Hernández Hernández identificó el cuerpo de su hijo, Florencio Martínez Hernández, quien desapareció la semana pasada en Benito Juárez, Veracruz.

En tanto, autoridades de Sinaloa dieron a conocer que las presas Josefa Ortiz de Domínguez y la Eustaquio Buelna están al límite de su capacidad.

(con información de Carlos Camacho y Javier Valdés, corresponsales)