Reporte Económico
Balanza de pagos. Primer semestre 2007
Entre enero y junio de este año, la Balanza de Pagos –síntesis de las transacciones comerciales y financieras del país con el exterior– registró un déficit en la Cuenta Corriente de -3 mil 768 millones de dólares, el cual fue financiado con los ingresos externos netos registrados en la Cuenta de Capital por 7 mil 119 millones de dólares; del excedente, 2 mil 260 millones de dólares fueron a incrementar la Reserva Internacional (menos 2 millones de ajuste por valoración), quedando el remanente de 1 mil 94 millones como saldo de Errores y Omisiones (Gráfico 1).
La Cuenta Corriente
El déficit registrado en esta cuenta, que sumó los -3 mil 768 millones de dólares (-0.9% del PIB) mencionados, constituye el mayor déficit enero-junio de los pasados cuatro años y contrasta con el superávit de 848 millones (0.2% del PIB) alcanzado en el primer semestre del año pasado (Gráfico 2).
El deterioro de esta cuenta se corresponde casi en su totalidad con el deterioro registrado en la Balanza Comercial (intercambio de mercancías) que a su vez pasó de un superávit en 2006 de 581 millones a un déficit en 2007 de -5 mil 034 millones. Sin las exportaciones petroleras, este déficit comercial habría llegado a -23 mil 658 millones en el semestre (Gráfico 3).
Si bien las exportaciones de petróleo crudo fueron -12.1% inferiores en este semestre que en el primero de 2006, las exportaciones no petroleras aumentaron 7.0%, dando como resultado que las exportaciones totales crecieran 4.3%. Sin embargo, las importaciones totales crecieron mucho más rápido (8.9%), situación que originó el déficit comercial.
De las importaciones totales del semestre, las de mayor crecimiento siguen siendo las de bienes de consumo (16.5%), mientras que las de bienes de capital (maquinaria y equipo para la producción) crecieron en 11.9% y la de bienes intermedios (materias primas, partes y componentes) en 7.2%, en línea con la desaceleración económica (Gráfico 3).
Por su parte, la balanza de servicios no factoriales (turismo, fletes, seguros...) redujo ligeramente su déficit (-2 mil 456 millones de dólares) en este semestre respecto de su equivalente de 2006. Asímismo, la balanza de servicios factoriales (pagos al capital por intereses, utilidades, regalías...) arrojó un déficit de -7 mil 985 millones, ligeramente inferior al registrado un año antes (Gráfico 1).
Las transferencias, fundamentalmente remesas de los emigrantes mexicanos a sus familias, confirmaron en este semestre su desaceleración como efecto, se asume, de la política creciente-mente hostil de Estados Unidos hacia los migrantes. El saldo de dichas transferencias en el semestre fue de 11 mil 707 millones de dólares, cifra casi igual a los 11 mil 645 millones del primer semestre de 2006.
La Cuenta de Capital
Utilizando para el análisis la presentación mexicana tradicional (Mex, también denominada 1993 en distingo de la presentación que en 1994 nos exigió utilizar el Fondo Monetario Internacional), pues es más objetiva, se observa que el saldo de la Cuenta de Capital en el semestre muestra un ingreso neto de recursos externos de 7 mil 119 millones de dólares, cifra resultante de una entrada al país de recursos propiedad de extranjeros (pasivos) por 22 mil 563 millones, menos una salida al exterior de recursos propiedad de mexicanos (activos) por -15 mil 444 millones de dólares.
Esta última cifra –altísima para un semestre– exhibe una de las paradojas (o absurdos) del modelo económico vigente: en un país donde el ahorro y la inversión es marcadamente insuficiente, tales montos (cerca del 3.4% del PIB) salen a depositarse o invertirse en el exterior (Gráfico 1).
Del total de pasivos externos contraídos, 9 mil 217 millones de dólares entraron por préstamos y depósitos, y 13 mil 346 millones vía inversión extranjera.
Del dinero foráneo que ingresó al país por préstamos y depósitos sobresale el creciente endeudamiento vía Pidiregas (la fórmula favorita de deuda encubierta de los recientes años) cuyo monto ascendió a 7 mil 814 mi-llones de dólares en el semestre, seguido del aumento en la deuda de la banca comercial (2 mil 391 millones) y del sector privado no bancario (1 mil 717 millones). En sentido inverso, redujeron su deuda el sector público no bancario (-2 mil 226 millones) y la banca de desarrollo (-479 millones) (Gráfico 1).
De los 13 mil 346 millones de recursos foráneos que ingresaron en el semestre como inversión extranjera (19 mil 229 millones, según la clasificación del FMI) prácticamente la totalidad (13 mil 244 millones) fueron inversión extranjera directa (IED).
Estas cifras de IED, sin embargo, deben tomarse con reserva por dos razones: su carácter preliminar (dado que las empresas extranjeras sólo deben “notificar” al Registro Nacional de Inversiones Extranjeras cualquier inversión realizada, y esto lo hacen frecuentemente con rezago) y su composición.
Respecto de esta última, por ejemplo, de los 13 mil 244 millones que se nos dice sumó la IED en el semestre, sólo 43% (5 mil 741 millones) fueron nuevas inversiones (aunque no se especifica qué parte fueron adquisiciones de empresas mexicanas ya establecidas, lo cual es de hecho una simple sustitución de inversionistas); 21% (2 mil 813 millones) fueron reinversión de utilidades en las propias empresas extranjeras; y 36% (4 mil 691 millones) correspondió a cuentas intracorporativas, fundamentalmente préstamos entre matriz y filiales o entre éstas, difícilmente catalogables como inversión.
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