Revela investigación que una nueva píldora causa dolores misteriosos a las pacientes
Efectos colaterales truncan tratamientos contra el cáncer
Mujeres afroamericanas son más propensas a desarrollar tumores de mama, revela estudio
Washington, 7 de septiembre. Los efectos secundarios están provocando que las mujeres dejen de tomar píldoras que podrían evitar la recurrencia del cáncer de pecho y al abandonar el tratamiento se eleva el riesgo de las pacientes de sufrir una muerte temprana, indicaron varios informes médicos.
Un estudio reveló que mujeres escocesas no estaban tomando el medicamento tamoxifeno como se les indicaba y otra investigación halló que una nueva píldora contra el cáncer estaba causando dolores misteriosos a las pacientes.
Las mujeres que no consumían el tamoxifeno según la indicación médica fueron 16 por ciento más propensas a morir, dijeron investigadores en un encuentro de expertos en cáncer de mama llevado a cabo en San Francisco.
“Debemos reconocer que esto es algo que realmente está afectando a nuestras pacientes”, señaló la doctora Julie Gralow, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, durante una conferencia telefónica con periodistas.
El tamoxifeno transformó la terapia contra el cáncer mamario cuando demostró disminuir en casi 50 por ciento el riesgo de recurrencia tumoral.
Pero el fármaco, comercializado por AstraZeneca bajo la marca Nolvadex y también vendido como genérico, aumenta el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular (ACV) y cáncer endometrial.
Una nueva clase de medicación, los inhibidores de la aromatasa, parece ser más segura aunque no puede ser tomada por mujeres premenopaúsicas.
El equipo del doctor Alastair Thompson, de la Universidad de Dundee, Escocia, observó los registros de 2 mil 80 mujeres tratadas por cáncer de pecho entre 1993 y 2002.
Cerca de 10 por ciento de las pacientes no lograban consumir 30 por ciento o más de sus recetas de tamoxifeno. Estas mujeres fueron un 16 por ciento más propensas a morir durante el estudio que las participantes que tomaron las píldoras como se les había indicado.
Pese a que está demostrado que el tamoxifeno funciona mejor cuando se toma por cinco años, las mujeres del estudio sólo consumieron el medicamento por un promedio de 2 años y medio.
La razón “sería una cuestión de efectos colaterales”, dijo Thompson a periodistas sobre el motivo del abandono de la terapia.
En otro estudio, la doctora Lynn Henry, del Centro del Cáncer de la Universidad de Michigan, halló que 13 por ciento de las mujeres que consumían un inhibidor de la aromatasa pidieron dejar el tratamiento por dolores musculares.
Veintitrés de 100 mujeres incluidas en un ensayo de comparación de dos inhibidores de la aromatasa distintos, abandonó el estudio debido a efectos adversos, señaló Henry durante el Simposio de Cáncer de Mama.
“La amplia mayoría de las pacientes están cambiando a otra (medicación). Entienden que aún necesitan tratar su cáncer de pecho”, dijo Henry a periodistas.
El cáncer mamario es la principal causa de muerte entre las mujeres estadunidenses después de los tumores pulmonares. La enfermedad provoca anualmente la muerte de 500 mil personas en todo el mundo.
Vulnerabilidad genética de mujeres negras
Las estadunidenses negras son más propensas a presentar formas de cáncer de pecho difíciles de tratar, a desarrollarlo más prematuramente y a morir por la enfermedad, indicaron investigadores.
Los resultados de la investigación, presentados en una conferencia en San Francisco, respaldan a otros estudios que muestran que las claras disparidades étnicas en el cáncer de mama responderían a un origen genético.
Estos hallazgos se mantuvieron más allá del ingreso, la educación o la cobertura médica de las mujeres, dijo la doctora Catherine Lee, del Centro del Cáncer de la Universidad de Michigan.
“En general descubrimos que las afroamericanas son diagnosticadas a edades más jóvenes y en estadios más avanzados (de la enfermedad) que sus pares blancas”, señaló Lee a periodistas en una conferencia telefónica.
Las mujeres negras son también mucho más proclives a manifestar una forma de cáncer llamada receptor de estrógenos negativo, es decir que no puede mejorarse con medicamentos con base en esa hormona, como el tamoxifeno.
El equipo de Lee analizó datos de 170 mil 79 casos de cáncer de pecho tratados en mil 600 hospitales de los 50 estados del país. Las mujeres blancas representaban 90 por ciento de los casos, mientras que las negras, casi 10 por ciento.