Externan su desacuerdo con la fórmula que negocian las grandes fuerzas
Pugnan minipartidos por un reparto equitativo de tiempos en radio y tv
Los cinco partidos con menor representación en la Cámara de Diputados expresaron ayer su rechazo a los acuerdos que sobre la reforma electoral han definido en la Cámara de Senadores, expresamente en lo que se refiere a la distribución de tiempos oficiales para las campañas proselitistas, que representaría un disparidad hasta de 600 por ciento con los institutos políticos de mayor representatividad.
En tanto, la dirigencia nacional del PRD lamentó que analistas e intelectuales no hayan tenido la misma reacción en defensa de la democracia cuando Elba Esther Gordillo y un grupo de panistas y priístas “partidizaron” el Instituto Federal Electoral (IFE) con la imposición de sus actuales integrantes. Afirmó que con las reformas constitucionales el instituto se fortalecerá en su autonomía y en sus facultades, además de ser un paso correcto para el proceso electoral de 2009 y el árbitro obtenga consenso, pues los cambios nada tienen que ver con la simpatía o antipatía respecto de algún personaje en particular.
El secretario general perredista, Guadalupe Acosta Naranjo, aseveró que “hay algunos ciudadanos que tienen todo el derecho de opinar –y estamos muy atentos de sus opiniones respecto de este tema en particular–. Ojalá hubieran tenido la misma energía cuando el nombramiento del IFE se partidizó, porque no fue nombrado por consenso del Congreso de la Unión, sino por dos fracciones de dos partidos políticos, y no vi la misma energía de estos mismo columnistas o intelectuales, muy respetables todos, al saber que un órgano electoral no estaba siendo nombrado por consenso, sino solamente por dos fuerzas políticas: la ‘demócrata’ Elba Esther Gordillo y algunos ‘demócratas’ del PAN. La mujer más ‘proba’ que tenemos fue la que los nombró en el marco del Congreso”.
En conferencia de prensa, advirtió que se falta a la verdad en lo que toca a la versión propagada en los medios electrónicos de que la renovación de los consejeros significa un golpe a la autonomía del IFE.
Mencionó que la última sustitución de los consejeros que se dio “fue feliz” en lo que respecta a sus integrantes, en ese entonces Santiago Creel, Juan Molinar Horcasitas, José Woldenberg, Miguel Ángel Granados Chapa y José Agustín Ortiz Pinchetti, “y de esa sustitución o remoción en la cual ellos participaron no hicieron un acto de resistencia civil amarrándose a la silla, sino ayudaron a conseguir los acuerdos, salió un Consejo General que es el más prestigiado que hemos tenido.
“Quienes dicen que la remoción significa un acto de violación a la autonomía del IFE dicen algo falso y olvidan, por lo menos, la historia más reciente. Me parece que en nada afecta a la democracia, insistimos: el instituto conserva autonomía, se le dan más facultades, fiscalizará más fuerte a los partidos, desaparece el secreto bancario para los partidos, se bajan los topes de campaña, se reducen los gastos de campaña. El organismo controlará los medios en cada una de las entidades del país y va a poder fiscalizar los gastos de los partidos también en los estados”, apuntó.
Por su parte, el coordinador de Convergencia, Alejandro Chanona, leyó un documento en San Lázaro en el que los grupos parlamentarios de Convergencia, PVEM, PT, Nueva Alianza y Alternativa se pronuncian por una reforma electoral que establezca reglas claras en la relación entre los partidos y los medios de comunicación.
Chanona expresó que llama la atención la fórmula propuesta para garantizar el acceso a los partidos a los medios de comunicación. “Estamos convencidos de que las democracias vigorosas en el mundo han logrado modelos que garantizan a todas las fuerzas y a todos los partidos una absoluta paridad en el tratamiento, es decir, una fórmula de paridad a los contrarios”, con tarifas máximas y mínimas supervisadas por una autoridad que dé garantías de regulación y equidad.
Por su parte, el coordinador del PT en San Lázaro, Ricardo Cantú, afirmó que aprobar la reforma tal como se plantea constituiría un retroceso, porque la fórmula incluida en el proyecto de dictamen configuraría una diferencia considerable entre el número de anuncios a que tendría derecho un partido con mínima representación con otro de alta votación. Aseguró que para un partido pequeño sólo se consideraría un promedio de siete promocionales y para otro de alta representatividad la media sería de 42 mensajes.
“Esto es 600 por ciento de diferencia, lo cual provocaría una gran desigualdad en la competencia electoral y configuraría un retroceso en la equidad. Por eso, de manera unitaria este grupo de cinco partidos planteamos que el reparto de tiempos en medios de comunicación sea paritario”, declaró.
En torno a las declaraciones del líder nacional del PAN, Manuel Espino, quien acusó a PRI y PRD de “chantajear” para lograr las reformas electoral y fiscal, Cantú destacó que el “chantaje es de la gente del IFE”, que no desea dejar los cargos a pesar del “fraude” cometido en las elecciones presidenciales de 2006.