Tecnología y petróleo
Retos limítrofes en la carrera por el petróleo
Ampliar la imagen Fragmento del buque de producción y almacenamiento petrolero Mondo, en el astillero Kepel (Singapur), que puede generar 100 mil barriles de crudo diarios y almacenar 2.1 millones de barriles Foto: Reuters
En las afueras de Fort Worth, por un camino de tierra, más allá de un campo con algunos caballos y una pequeña casa, opera una solitaria torre de perforación. El pozo desciende 2 mil 400 metros y luego atraviesa 600 sin afectar más de media hectárea de pastizales en esta parte del norte de Texas.
Los trabajadores bombean agua a enorme presión al interior del pozo, para fracturar la roca del campo Barnett Shale, donde están atrapadas grandes cantidades de gas natural. El proceso crea millones de rutas de escape por las cuales fluye el gas hacia una red de tuberías.
Hasta 2002, el gas del campo Barnett Shale era poco accesible. Pero cuando Devon Energy, empresa estadunidense de petróleo y gas, combinó perforación horizontal y fracturamiento hidráulico, se logró evitar una serie de desafíos geológicos. Ahora, cientos de pozos se taladran allí cada día.
Durante las décadas pasadas, las compañías petroleras internacionales han usado esos avances tecnológicos para abrir nuevas áreas a la exploración y elevar la producción.
En comparación con otros sectores industriales, las empresas petroleras invierten poco en investigación y desarrollo (ID). En 2006, la inversión de ExxonMobil fue de 733 millones de dólares (mdd), mientras Shell gastó 885 mdd y British Petroleum (BP) 395 mdd. En contraste, Microsoft y General Motors invirtieron sólo 6 mil 580 y 6 mil 600 mdd, respectivamente. Esta es una imprevisión que amenaza con dañar, a largo plazo, su capacidad de competencia.
Las compañías petroleras argumentan que su negocio requiere más capital intensivo y tiene tiempos de entrega más largos que cualquier otra industria y, por tanto, las cantidades que se dedican a tecnología no pueden compararse de manera justa. Sin embargo, reconocen cada vez más que deben aumentar la ID para permanecer a la delantera de empresas rivales, estatales y de servicio, que invaden su mercado.
Lew Watts, presidente y ejecutivo en jefe de la consultora PFC Energy, calcula que Schlumberger, proveedor de servicios globales, invertirá 720 mdd en ID este año, nivel de financiamiento que por primera vez eclipsaría al de Exxon, la mayor petrolera del mundo, la cual, prevé Watts, gastará 650 mdd.
Desde principios de los años 90, agrega Watts, parte importante de los fondos para ID se ha trasladado a las empresas de servicios, las cuales hacen todo, desde el análisis geofísico hasta el desarrollo de la reserva, y ahora controlan grandes carteras de patentes. Y petroleras nacionales como Petrobras, Petronas y Saudi Aramco han aumentado sus presupuestos para ID y pretenden prescindir de intermediarios.
En el pasado, los países ricos en crudo y gas no tenían ni dinero ni capacidad técnica para explotar sus reservas y buscaban la ayuda de empresas internacionales. En la actualidad, con los altos precios de petróleo, pueden permitirse contratar empresas de servicios para hacer el trabajo o, si tienen la capacidad técnica, hacerlo por sí mismos. Las petroleras internacionales están en peligro de quedar marginadas.
“¿Por qué los países con reservas necesitan a las compañías petroleras internacionales si éstas no aportan habilidades de dirección críticas y avanzadas ni tecnología innovadora?”, pregunta Robin West, presidente de PFC Energy. “Es esencial que las petroleras internacionales se posicionen eficazmente como líderes del mundo de la tecnología.”
Para aumentar las reservas, las empresas petroleras trabajan sobre tecnología en tres áreas principales: cavar más profundo bajo el océano o el Ártico; explotar económicamente fuentes poco convencionales, como arenas y pizarras bituminosas, y crear fuentes alternativas de energía.
“La tecnología es crucial”, dice Don Paul, jefe de tecnología de Chevron, “y aquí entramos en una fase en la cual es más importante que en décadas recientes, porque la industria está cambiando. Ahora estamos en un mundo de desafíos limítrofes.”
Las compañías petroleras internacionales creen que sus años de experiencia en la administración de enormes proyectos masivos, así como proporcionar energía al mercado a gran escala, resulta una ventaja para ellas. En el frente tecnológico están incrementando su inversión.
Sin embargo, algunos expertos en energía sostienen que las empresas aún no invierten tanto como deberían. Amy Myers Jaffe, analista de energía en el Instituto de Políticas Públicas James A. Baker III, dice que las firmas internacionales podrían enfrentar competidores inesperados, como General Electric (GE), la cual invierte casi 5 mil mdd al año en tecnología en todas las industrias, de los que 150 mdd se dedican a la industria del petróleo y gas.
Steve Cassiani, gerente de la división de exploración e investigación de Exxon, dice que el gasto en tecnología de la empresa ha crecido en los años recientes, pero enfatiza que la investigación siempre fue importante. Exxon, que emplea más de 14 mil científicos e ingenieros, nunca ha subcontratado desarrollo tecnológico. “Nunca hemos perdido nuestro compromiso con la tecnología de patente”, expresa Cassiani.
La invención de tecnología sísmica tridimensional (3D) que desarrolló Exxon en 1963 mejoró la exploración y procesos de producción de la industria. Y permite que Gigi Ellis, geólogo de Chevron, observe el interior de la tierra bajo el fondo marino en una pantalla en Houston. Los ingenieros lanzan ondas sonoras a miles de metros de profundidad en el Golfo de México y usan la información para ubicar pozos. Antes de este invento, los ingenieros apenas si podían ver a través de formaciones salinas.
Con la esperanza de desarrollar más de esas tecnologías, Shell y Chevron no sólo efectúan investigación interna, sino también financian el desarrollo de ideas mediante inversiones en empresas de capital. El arreglo proporciona a ambas empresas acceso temprano a tecnologías emergentes fuera de su tradicional universo o a redes de investigación de patentes. “Esto nos dio [en Chevron] otro panorama”, señala Don Paul.
Shell inventó una manera de detener el agua que se filtra a través de los pozos. Luego, su empresa de capital comercializó la tecnología.
Para aumentar la inversión en ID es necesario que los precios del petróleo se mantengan altos. Experimentar con tecnología que representa una inversión de millones o miles de millones de dólares es difícil de justificar a no ser que las empresas estén muy bien de dinero.
“Las petroleras quieren que otra haga el primer movimiento”, dice Brad Burke, director administrativo de Alianza Rice para la Tecnología y el Espíritu Emprendedor, que apoya empresarios y tecnología en fase inicial. “Quieren resultados probados en campo antes de arriesgar decenas o cientos de millones de dólares de inversión.”
Esta cultura de aversión al riesgo, combinada con la naturaleza cíclica de los precios del petróleo, explica por qué las mejoras marginales son la norma. Casi todos alardean de haber desarrollado tecnología de punta para mejorar el proceso.
Hace siete años, la industria no podía taladrar en 3 mil metros de agua, dice Jim Hackett, presidente de Anadarko Petroleum. Ahora se puede hacer, gracias a las mejoras tecnológicas.
Pero Hackett espera cambios más revolucionarios. Y es evidente que el futuro de las compañías petroleras internacionales depende de inventarlos.
Economía cruda: cómo el precio del petróleo fomenta la tecnología
Richard Ranger, gerente de exploración del Instituto del Petróleo de Estados Unidos, dice que uno de los mayores retos que enfrentan las compañías petroleras internacionales es que la edad promedio de su mano de obra es de 55 años.
En los años 80, los bajos precios de energía provocaron la reducción de empleos y la contratación de nuevos talentos dejó de ser prioritaria. Pero ahora la necesidad de inventar tecnología es mayor que nunca y los esfuerzos de reclutamiento han aumentado.
A causa de su costo, la tecnología sísmica de 3D no se utilizó extensamente hasta los años 80, aunque se inventó en 1963. Pero una vez que los precios hicieron que las empresas la utilizaran, el procesamiento de datos de ondas sonoras por computadora mejoró de manera radical su capacidad de localizar reservas.
Traducción de texto: Jorge Anaya