Prevén más inflación y volatilidad de mercados, según la encuesta del BdeM
Reducen analistas el pronóstico de crecimiento de México de 3.06 a 3.03%
Los principales analistas nacionales y extranjeros redujeron la expectativa de crecimiento de la economía mexicana para este año, desde el 3.06 por ciento estimado en julio a 3.03 por ciento, el nivel más bajo de los últimos 27 meses, según los resultados de la encuesta sobre expectativas de los especialistas en economía del sector privado, correspondiente a agosto de 2007.
El sondeo, realizado por el Banco de México (BdeM), también reveló que los especialistas financieros prevén mayores presiones inflacionarias en lo que resta del año, y elevaron su pronóstico en los últimos 30 días de 3.58 a 3.65 por ciento.
El presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Sergio Ruiz Olloqui Vargas, aseguró que hasta el momento los efectos de la crisis hipotecaria en Estados Unidos no han contaminado al sector real de la economía mexicana, dado que sus fundamentos son sólidos.
Sin embargo, advirtió que la volatilidad en los mercados financieros persistirá, mientras no se conozcan los efectos de la crisis inmobiliaria en ese país, y los resultados de las intervenciones de los bancos centrales que están inyectando liquidez.
Tampoco se ha observado un contagio que signifique una disminución en el otorgamiento de créditos, debido a que los bancos han sido muy prudentes, pues ahora hay tasas fijas, plazos largos y seguros de desempleo, entre otros, dijo el representante del IMEF.
Atender problemas añejos de la economía, pide el CEESP
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que durante el tiempo que lleva el gobierno de Felipe Calderón el entorno laboral, el comercio exterior y las finanzas públicas no han desmejorado, pero tampoco muestran mejoras significativas, por lo que es urgente atender problemas añejos como la baja recaudación fiscal, las constantes pérdidas de productividad en todas las áreas, que se reflejan en malos servicios, voracidad de los sindicatos, así como declinación de la producción y los ingresos petroleros.
Señaló que aunque se mantienen estables indicadores como el crecimiento económico y la creación de empleos, que “no han sido influidos todavía por la política económica del gobierno, ocupado en allanar el terreno para la aprobación de las reformas”, se impone sin embargo “la real necesidad de atender los problemas añejos de la economía mexicana”, así como hacer una evaluación sobre el “beneficio-costo” del tiempo y recursos dedicados a la discusión de las reformas.
En tanto, el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Ismael Plascencia, advirtió que para sacar de la pobreza extrema a 14 millones de mexicanos, que el presidente Felipe Calderón reconoció en su Informe de gobierno, es indispensable que los industriales generen empleo, y para eso resulta primordial que el gobierno establezca condiciones para el desarrollo de infraestructura.
Detalló que otras dos condiciones favorables serían aprobar una contribución empresarial a tasa única (CETU) de 14 por ciento en la reforma fiscal, y mejorar las condiciones del programa de primer empleo que hasta ahora ha sido un fracaso.
Mientras, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo González Sada, señaló que los patrones no pueden generar más empleos si no tienen las condiciones necesarias, “porque sería irresponsable contratar a alguien a sabiendas que pronto será despedido”.
Los 34 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero mostraron su escepticismo de alcanzar un 3 por ciento de inflación en los próximos años. Prevén que en 2009 la inflación general será de 3.48 por ciento, y estiman que esa misma tasa anual prevalezca entre 2008 y 2011.
De acuerdo con la encuesta realizada entre el 27 y el 30 de agosto, los especialistas consideraron que entre los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico nacional durante los próximos meses, destacan la falta de avances en materia de reformas estructurales, la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial, la inestabilidad financiera internacional, y los problemas de inseguridad pública en el país.
Los encuestados insistieron en que principales medidas que hay que ejecutar para lograr mayores niveles de inversión, tanto de origen nacional como extranjero, son fundamentalmente de tipo estructural: reformas fiscal, del sector energético y laboral, al tiempo de fortalecer el estado de derecho, lograr mayor desregulación y facilitar la competencia interna.