Legisladoras reciben en San Lázaro a doña Conchi
“Estuve en la cárcel por regalar un taco a los indocumentados”
Ampliar la imagen Luis Arteaga, del Centro Pro, y la diputada Maricela Contreras acompañan a Concepción Moreno durante su conferencia en el Palacio Legislativo de San Lázaro Marco Peláez
Liberada el viernes pasado, absuelta del cargo de tráfico de personas, la señora Concepción Moreno Arteaga resumió ayer el fondo del proceso penal que se le siguió por dos años y medio: “estuve en la cárcel por regalar un taco a los indocumentados centroamericanos”.
Originaria de la comunidad El Ahorcado, en Querétaro, Moreno Arteaga fue detenida el 10 de marzo de 2005 por elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), que irrumpieron en su vivienda, donde ella había dado de comer a inmigrantes.
“Dejé a mi familia abandonada y no tenía visitas por falta de dinero. Me castigaron injustamente y creo que no se vale que me hayan encarcelado tantos años, porque todos somos seres humanos y tenemos que ayudarnos el uno al otro”, dijo en una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, a la que acudieron también sus hijos.
Los agentes de la AFI que la aprehendieron la acusaron de pollera, aunque no presentaron orden de aprehensión ni de cateo, y su caso fue asumido por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro.
“No cometí ningún delito al regalarles un taco a los indocumentados. Ese fue mi error, regalarles comida, lo poquito que Dios me regalaba a mí también”, refirió doña Conchi, como se le conoce en su comunidad, en una breve declaración luego de que fue recibida en el pleno de la Cámara de Diputados.
Invitada por las diputadas perredistas Maricela Contreras –quien preside la Comisión de Equidad y Género– y Alliet Bautista Bravo –coordinadora de derechos humanos de su bancada–, a Concepción Moreno se le dio “una cordial bienvenida” en el recinto parlamentario por parte de la presidenta de la Cámara, Ruth Zavaleta, en nombre de la asamblea.
El presidente del Centro Pro, Luis Arteaga Valenzuela, refirió que el proceso contra doña Conchi estuvo afectado por serias deficiencias, principalmente porque en su caso se violó el principio de presunción de inocencia y las reglas del debido proceso.
Su caso, dijo, confirma además el endurecimiento de las políticas migratorias en México. Al respecto, Maricela Contreras indicó que el encarcelamiento de Moreno Arteaga mostró la fragilidad de quienes prestan ayuda a los migrantes en tránsito, pues “quedan expuestos a procesos con pruebas fabricadas”.
Alliet Bautista lamentó la deficiente política de defensa de las garantías individuales, sobre todo porque fue el Centro Pro el que acompañó a doña Conchi durante todo el proceso, ante la ausencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.