Parche, plan de Bush para evitar pérdida de casas
Chicago, 31 de agosto. La propuesta del presidente George W. Bush para evitar que los propietarios de viviendas pierdan sus casas por la crisis en el sector de hipotecas de riesgo son un “parche” y no serán de gran ayuda a los consumidores, dijeron inversores y analistas. Esto, añadieron, es un intento para calmar los mercados.
Horas antes el mandatario mencionó la necesidad de impulsar nuevos cambios en el código impositivo para evitar que los deudores con un historial crediticio negativo pierdan sus casas, pero los llamados deudores “subprime”, que no son especuladores, representan una mínima porción del mercado y cualquier propuesta generaría sólo un pequeño cambio, afirmaron.
Ante el temor de una posible recesión Bush dijo que la economía es lo suficientemente fuerte como para soportar la crisis crediticia y que los problemas del mercado hipotecario de alto riesgo representan sólo una “modesta” parte de la economía.
“Las recientes turbulencias del mercado hipotecario de alto riesgo son modestas, en relación con el tamaño de nuestra economía”, dijo. Sin embargo, destacó que no es competencia del Gobierno rescatar a la industria hipotecaria, un comentario que provocó que las bolsas estadounidenses recortaran sus ganancias.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que ésta está lista para actuar según sea necesario a fin de limitar el impacto de las turbulencias de los mercados financieros en la economía, pero no rescatará a los inversores que tomaron decisiones inapropiadas. Un especialista de la industria inmobiliaria advirtió a los banqueros centrales que la debilidad del mercado de la vivienda podría provocar una caída internacional en los precios de las propiedades que deprimiría al sector por años.
“Esto es más un mensaje,” dijo Richard Steinberg, presidente de Steinberg Global Asset Management en Boca Ratón, Florida. “Es más una pompa,” sostuvo al referirse a la propuesta de Bush. Por esa razón, los analistas dijeron que los inversores en sectores como el inmobiliario, minorista, y financiero no deben esperar que los planes de Bush generen un impulso importante en el largo plazo.