Fija precios de referencia sin considerar costos de producción y distribución, señalan
Acusan fabricantes de insumos médicos al IMSS de ponerlos en riesgo de quiebra
Al fijar un precio máximo de referencia sin tomar en cuenta los costos reales de producción y distribución de materiales de curación e insumos médicos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) mantiene “al filo de la navaja y en riesgo de quiebra” a los fabricantes nacionales, cuyos principales compradores son las instituciones públicas del sector salud.
Dueños y representantes legales de unas 30 empresas del sector salieron a la calle por vez primera a denunciar lo que consideran falta de sensibilidad y violaciones a la ley por el instituto, por privilegiar la compra de insumos provenientes de países asiáticos, de bajo costo pero mala calidad, que al mismo tiempo “estrangulan” a la industria nacional.
Afirmaron que desde 1999, cuando el IMSS empezó a lanzar licitaciones internacionales abiertas, poco a poco se ha ido menguando la capacidad productiva de los fabricantes nacionales, los cuales carecen de capacidad competitiva frente a los países asiáticos, que son beneficiarios de elevados subsidios de sus gobiernos.
El colmo, dijeron, fue el establecimiento de precios máximos de referencia con base en costos de producción de naciones como China. Los empresarios resaltaron que el IMSS actúa en contra de la normatividad por varias razones, entre ellas por convocar a licitaciones internacionales abiertas para comprar productos que se fabrican en México y sin presentar estudios de mercado que justifiquen plenamente los precios máximos de referencia.
Actualmente están en curso tres licitaciones del IMSS para la compra de insumos que utilizará en 2008. La primera es nacional, que tiene el número 00641195-032-07, de 617 claves y por un monto aproximado de mil 160 millones de pesos. El fallo que iba a darse ayer se pospuso para hoy.
Otra licitación es la internacional cerrada número 00641246-050-07, con la que se adquirirá el abasto de 249 claves con un valor de 943 millones de pesos. En ésta sólo participan los países que tienen algún acuerdo comercial con México.
La tercera es internacional abierta, número 00641191-041-07, con la que se surtirán 114 claves de insumos. Participan fabricantes de cualquier país, pero el problema es que se incluyeron nueve claves de productos que se elaboran en México (medios de contraste, termómetros de vidrio y sondas urinarias, entre otros).
Significa, explicaron, que los nacionales compiten en condiciones de desigualdad y con altas probabilidades de perder. Señalaron que el IMSS omitió la presentación del estudio de mercado para fijar el precio de referencia. Además, antes debió concursar esos productos en México.
Alfonso Treviño, de Grupo Holy, ex vicepresidente del sector de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, destacó que lo más grave es que las empresas se ven forzadas a despedir a sus trabajadores, lo cual se traduce en una merma en sus contribuciones al erario, que calculó en 5 millones de pesos al año.
Al respecto, Rafael Reyes, representante de Implementos Plásticos, comentó: “por cada peso que el IMSS se ahorra, se pierden 10 empleos”.
Explicó que su principal comprador es el instituto, pero en años recientes 80 por ciento de su producción se ha quedado en bodegas. Y debido a que los insumos tienen etiquetas del sector salud, continuó, “estamos imposibilitados para venderlas en el mercado privado”.
Los fabricantes denunciaron que en los pasados nueve años se ha perdido 40 por ciento de fuentes de empleo.
Ayer, los industriales, hecho inusitado, llegaron a las oficinas centrales del IMSS, pero no entraron. Se quedaron en la calle, junto con decenas de sus empleados, para denunciar públicamente lo que ocurre con el Seguro Social. Durante algunos minutos bloquearon la circulación de los carriles centrales y laterales de Paseo de la Reforma, y luego un grupo entró a plantear sus peticiones. La única respuesta que obtuvieron fue que el IMSS analizará el tema.
Los empresarios llegaron sin muchas esperanzas, luego de que en la reunión que hace unas dos semanas sostuvieron con el director del instituto, Juan Molinar Horcasitas, éste les contestó que si no estaban de acuerdo con los procedimientos administrativos podían acudir ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.