La institución afronta un déficit inmediato de mil 93 millones de pesos

La Universidad Autónoma de Sinaloa, al borde de la insolvencia, admite rector

Es impostergable reformar el sistema de jubilaciones y pensiones, considera

laura poy solano

Con un déficit primario de mil 93 millones de pesos tan sólo para cubrir el pago de salarios al personal académico y administrativo, aguinaldo, programas de becas a alumnos y profesores, pago de la seguridad social y gasto operativo por lo que resta del año, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) “está tocando fondo, y si no trabajamos para encontrar una solución se corre el riesgo de suspender el pago de quincenas”, reconoció Héctor Melesio Cuén Ojeda, rector de esa casa de estudios.

En entrevista con La Jornada reconoció que la institución deberá impulsar acciones para resolver sus pasivos en el ramo de pensiones y jubilaciones, con reformas al contrato colectivo de trabajo (CCT), así como la creación de un fideicomiso de pensiones en el que los “trabajadores universitarios también aporten una fórmula que podría ir de 3 a 10 por ciento de su salario, en un plazo que podría ser hasta de cinco años”, además de que la edad para jubilarse pasaría de 25 a 35 años de servicio.

Cuén Ojeda, denunció el pasado 23 de agosto que la Secretaría de Educación Pública (SEP) condicionó la entrega de recursos adicionales para el pago de la segunda quincena de agosto y las dos de septiembre a que la UAS iniciará el despido de personal académico, la aplicación de reformas al CCT y modificaciones al régimen de pensiones y jubilaciones. Asimismo, reconoció que la responsabilidad por la crisis que enfrenta la institución también es “de la universidad y sus trabajadores, así que debemos ser conscientes y asumir que un sistema de jubilaciones dinámicas como la que tenemos ya no es viable”.

Por ello, indicó que el compromiso con las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Educación Pública es presentar, en la primera semana de septiembre, “nuestra propuesta para atender las demandas señaladas por la Federación, como es la transformación del sistema de pensiones y las reformas al CCT”, aunque señaló que no se afectará a “ningún trabajador que se encuentre previamente basificado, pero sin duda tenemos claro que habrá un recorte en el personal de confianza, además de que ya tenemos congeladas mil 200 plazas académicas”.

Agregó que dos de los problemas “estructurales” de la UAS, que la han llevado a la crisis financiera que enfrenta, son el creciente número de plazas académicas y administrativas que “no reconoce la SEP, pues desde 1993, cuando se incremento en 40 mil alumnos la matrícula y se crearon 93 nuevas opciones educativas, no se autorizó ni una sola plaza más ni tampoco se incrementó el número de horas por asignatura”.

Datos oficiales de la UAS señalan que de las poco más de tres mil plazas de tiempo completo, la SEP sólo financia 2 mil 640, es decir, “tenemos un desfase de 487 plazas, lo que representa 124.4 millones de pesos adicionales a los recursos que envía la Federación”.

En el caso de los profesores por asignatura (horas-clase), indicó que de las 72 mil 603 horas que imparte la universidad, la SEP sólo “reconoce 40 mil 401, es decir, 32 mil 202 horas, que implican un pago de 151.1 millones de pesos, corren por nuestra cuenta, así como el costo de la plantilla de mandos medios y superiores que representa una inversión de 281 millones, ya que la Federación sólo destina recursos por 203.5 millones de pesos, con 475 plazas, cuando se requieren 77.5 millones más para cubrir las 961 plazas restantes que no reconoce, pues en total son mil 436 funcionarios”.

Sin embargo, la mayor carga financiera corresponde a los trabajadores administrativos, pues de una plantilla de 3 mil 614 empleados, la SEP sólo destina recursos para mil 626 plazas, las restantes, mil 988, que representan una inversión de 318.9 millones de pesos, deben ser financiados por la UAS.

El rector de la UAS insistió que otro de los problemas prioritarios para la institución es la carga financiera del sistema de pensiones, pues con la aplicación de las llamadas jubilaciones dinámicas “no se ha hecho nada para participar en el financiamiento de esta prestación, y hasta la fecha ya tenemos 2 mil 500 jubilados, mientras que mil 500 más están en ese proceso, ya que en promedio se retiran 100 trabajadores mensualmente. Tan sólo para este año la nómina por jubilados es de 600 millones de pesos, y enfrentamos una situación difícil porque no hay ni un solo cinco de los trabajadores que hayan cooperado en los pasados 30 años para crear un fondo que respalde este prestación, que tampoco cubre la SEP, y que necesariamente se requiere el uso de recursos del gasto operativo de la universidad para asumir este compromiso”.

Por ello, insistió en que continuarán las negociaciones con las autoridades federales, pues inclusive señaló que al presidente Felipe Calderón Hinojosa “ya le hemos presentado hasta en cuatro ocasiones el expediente de la UAS y su grave situación financiera”, y aunque destacó que ha recibido apoyo de la SEP y del subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán, reiteró que “no podemos estar totalmente seguros que con la entrega de recursos extraordinarios vamos a salir del aprieto, porque si bien hoy necesitamos poco más de mil millones de pesos, si aplazamos algunos pagos como IMSS e Infonavit para los primeros meses del año próximo, podremos sortear la situación hasta fin de año, aunque nos queda claro que el año crítico para saber si continuamos o no, será 2008”.