Plantea en Los Pinos la necesidad de mayor apoyo federal para los migrantes
Elvira Arellano pide a Felipe Calderón una visa como “embajadora de paz”
Elvira Arellano, la mexicana deportada la madrugada del lunes 20 de agosto, se reunió ayer con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, a quien solicitó que el gobierno federal le extienda una “visa diplomática como embajadora de paz y justicia” para que pueda volver a Estados Unidos y se reúna con su hijo Saúl. Ante esta petición, el mandatario aseguró que su administración realizará gestiones para que su regreso pueda concretarse.
Ambos conversaron en la residencia oficial de Los Pinos durante 40 minutos, tiempo en que Arellano no sólo le expuso su caso, sino que también abogó por las 600 mil mujeres migrantes que se encuentran en la misma situación de ella en Estados Unidos y la de 12 millones de indocumentados que están impedidos de regularizar su permanencia en dicha nación.
Hasta antes del mediodía de ayer dicho encientro no estaba programado, pues Arellano sólo tenía planeado acudir a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), donde expondría su situación a la canciller, Patricia Espinosa, a invitación de la propia funcionaria. No obstante, ésta la llevó a Los Pinos, donde se reunió a las dos de la tarde con el Presidente de la República.
En entrevista, Arellano, descartó que se le haya obligado a acudir con Calderón y negó también que se le esté utilizando con miras al informe presidencial; asimismo, se manifestó en contra de la eventual “politización” de su caso.
Sobre lo anterior discrepó el diputado perredista José Jacques Medina, quien sostuvo que “llevaron a Arellano para la fotografía, porque desde un principio el gobierno federal dijo que no podía hacer nada y ahora viene con promesas. En sí, le cambiaron la jugada, porque el plan era que sólo estuviera con la canciller”.
El legislador apuntó que no obstante lo anterior, la situación de Arellano y su petición de ser embajadora de paz podría contribuir a que en Estados Unidos se retome la discusión de la reforma migratoria, la cual fue desechada por el Senado de ese país.
De acuerdo con un comunicado de la Presidencia de la República, el titular del Ejecutivo escuchó la explicación de la activista sobre su situación actual y su lucha para lograr la reunificación de familias de migrantes, y le expresó su solidaridad, sobre todo ante la obligada separación de su hijo.
También insistió en que su gobierno buscará mejorar las condiciones de vida de los migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos y reiteró la necesidad de una reforma integral al respecto en ese país.
Arellano informó que fue el domingo pasado cuando Espinosa le extendió la invitación para reunirse con ella, y acotó que Calderón le dio su palabra de que la ayudarían.
“Ella (Espinosa) y Calderón me extendieron su apoyo, y dijeron que me ayudarían, que estaban en disposición de apoyarme, pero les dije: ‘yo no estoy aquí solamente por mí, sino por los millones de mexicanos indocumentados que necesitan el apoyo de nuestro gobierno’. Lo que sí les planteé fue una propuesta sobre algún nombramiento diplomático que pueda extenderme el gobierno mexicano para poder ir a Estados Unidos. Puedo ser una embajadora de paz, justicia y de esperanza para mucha de nuestra gente. Dijeron que iban a buscar la manera de poder ayudarme en esa petición”.
Pese a las promesas presidenciales, Arellano insistió en que el gobierno “no ha hecho lo suficiente en el tema migratorio” y dejó ver que no es entendible que las autoridades puedan concretar acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y convenios para combatir el narcotráfico, pero no puedan lograr un arreglo migratorio.
Asimismo, informó que el próximo viernes llega al país su hijo y que el 12 de septiembre estará en Tijuana, junto con él, “para apoyar la movilización que se hará en todo Estados Unidos en favor reforma migratoria, y en contra de las redadas y deportaciones”.